Llegó el momento. Nos metimos en la auto caravana y… el tío arrancó. Nosotros les preguntamos si
nos decían a dónde íbamos a ir pero ellos insistieron. Al final se les escapó que íbamos a ir a Suiza y Austria.
Nosotros, emocionados, pensamos que para ir a esos
países pasaríamos por Francia e Italia, y así fue fuimos a Francia y allí
pasamos la noche en un río enorme en el cual nos bañaríamos por la mañana.
Llegó la mañana del 20 de julio, desayunamos y fuimos a bañarnos. En aquel y espléndido
río había una roca enorme desde donde se podía saltar. Pasamos el día allí y por
la noche emprendimos camino a Suiza.
¡Qué guay va a ser
este viaje!, pensé antes de acostarme.
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