lunes, 13 de mayo de 2019

"Desde el corazón" de Sara Santana


Como una sentencia de muerte,el chasquido de la puerta cerrándose tras ella lo dijo todo; ya no había vuelta atrás.
Laura se sentó sobre la camilla y miró a su padre en silencio esperando sus órdenes,no sin percatarse de la cámara en la esquina de la habitación que grababa la sesión.
-Laura Miller,sujeto número 62,diecisiete años de edad,lo que te convierte en la persona más joven en entregarse a los efectos de este hallazgo científico-su padre habló sin mirarla mientras preparaba la aguja con el suero.-En breves instante el sujeto número 62 será invadido por los efectos del suero.El sujeto quedará inconsciente durante el tiempo que sea necesario para que el proceso se desarrolle correctamente-
El Doctor Miller alzó la aguja que contenía el suero,mostrándosela a la cámara. Laura se tumbó en le camilla y miró al techo esperando el momento que temía y a la vez añoraba.
-Una vez bajo los efectos del suero,el sujeto experimentará ilusiones,las cuales mostrarán los más ansiados deseos de su corazón,puede conllevar efectos secundarios,los cuales varían depende de la personalidad del sujeto-el Doctor Miller apartó unos mechones negros del cuello de su hija e inyecto el líquido sumiendo a Laura en  un profundo sueño.
Lo primero que Laura Miller vió cuando abrió los ojos fue oscuridad.Se encontraba de pie en mitad de la nada,hasta que la primera ilusión apareció.
Un espejo flotaba delante de ella,desprendiendo una suave luz azulada que le daba al rostro de la joven un aura fantasmal. Laura dio un paso hacia el espejo y entonces cuando vió lo que reflejaba comprendió su significado.Allí estaba ella,feliz,sonriendo de verdad,sin preocupaciones.Los ojos de Laura se llenaron de lagrimas y el espejo se desvaneció,dejando paso a otra ilusión.
Cuando las figuras de dos personas aparecieron delante de la joven, Laura sintió  su corazón hacerse pedazos.
-¿Joshua...?-musitó la chica con la voz rota observando a su hermano.
-¿Mamá?-habló la chica mirando la una mujer pelirroja que estaba al lado del chico.
Ambos habían muerto años atrás,su madre por leucemia y su hermano como víctima de un accidente de tráfico y ahí estaban devolviéndola la mirada.Su madre era una mujer fuerte,verla en sus últimos momentos sin energía para nada más la destruyó.Su hermano,con el pelo negro y los ojos grises,era su alma gemela,desde su muerte,la imagen de su rostro lleno de heridas aún la acosaba durante las noches.Parecían tan reales que a Laura le dolía pensar en que desaparecerían cuando el tiempo se agotase.
Después de unos segundos, las figuras comenzaron a desaparecer.
-¡NO!- la chica corrió hacia las dos figuras y alargó el brazo alcanzando la mano de su hermano justo antes de que la oscuridad invadiera el lugar,y también su corazón.


"Poem" de Sara Santana


Sometimes I hear voices,
 Screaming inside my head,
Telling me not to listen,
To those who are asking for help,
But what if one of those hurting souls is mine,
Trying not to drown,
In this sea that is my life.
W.W.


"Un sufrimiento que aún disfrutáis" de Ángela Amelibia


No consigo recapitular la despedida con mi madre, me separaron de ella poco después de nacer. Mientras me asenté varias semanas en una jaula con un tamaño reducido al mío.
Ya adulta, un día desperté aturdida en un pequeño cuarto gris, con una sola puerta y manchas de sangre por todas las paredes y el suelo. Al intentar moverme siento un fuerte dolor en las costillas, esta amoratado. A mi derecha en la arrinconada esquina vi a un compañero tumbado en el frío suelo y rodeado de un charco denso y rojo. Me acerqué como puede y vi que tenía una larga y profunda raja entorno al cuello. Después, me levanté e intenté salir de ahí, pero la puerta estaba cerrada. Minutos después, se escucharon pasos acercándose rápidamente y el chirrido espantoso del pomo de la puerta mientras pivotaba a la izquierda. Accedió al interior del cuarto y no hizo nada por mi compañero solo miro con mala cara y me agarró. Luego me ató y tiró de mí, me resistía sabía que no me esperaba nada bueno tras la puerta, y llena de agobio y ansiedad me disparo en la frente con una sustancia que me mareo, pero no lo suficiente, era como si quisiera verme sufrir solo con mirarme. Me desplazó a través de un corredor con barras frías de metal a los lados y en el cual al final me engancharon del pie y me colgaron boca a bajo como si fuera un saco. La máquina que sostenía el gancho provocó el movimiento que me transportó a otra sala con un olor muy fuerte a muerte y encharcada de sangre. Aun consciente se acercó a mi con una sonrisa en la cara y comenzó a cortarme las patas. Me desangraba y hacía ruidos de dolor, pero nada, la maquina seguía moviéndose.
Aun viva resigno de dolor y con los ojos entreabiertos y con mi ultimo aliento, vi como una larga y afilada hoja de hierro pasó atravesando mi cuello. Pero todos preferimos estar muertos antes q pasar por esto.


domingo, 5 de mayo de 2019

"A través del tiempo" de Alex Díaz


Me levanto y me miro al espejo. Una pequeña cicatriz adorna mi frente transmitiéndome al mismo tiempo infinidad de sentimientos. Me recuerda que tengo que luchar para cumplir un objetivo especial. “Salvar miles de vidas”.
Todo comenzó una mañana. Soy espía y me habían encomendado una tarea muy importante: revisar un laboratorio desconocido y las pruebas que en él se estaban realizando.
Esa mañana me tocaba entrar. Abrí la puerta de la entrada trasera y, tras cruzar una serie de pasillos, encontré justo lo que estaba buscando.
Exactamente en el centro de una sala cuadrada había una especie de cápsula rodeada de muchísimos cables, donde podía caber una persona. Me acerqué, deseoso de averiguar lo que era y estuve a punto de gritar de la ilusión.
Acababa de descubrir que en un laboratorio no muy grande y desconocido, estaban inventando una máquina del tiempo. No había nadie, ni siquiera cámaras de seguridad. Decidí entrar en el ordenador del mismo y buscar todos los archivos que estuviesen relacionados con la máquina. Llegué a la conclusión de que todavía no funcionaba. Volví a acercarme al maravilloso invento y me introduje solamente para comprobar si de verdad cabía en ella.
En ese momento sucedió algo que para nada esperaba. La máquina se encendió. Empecé a gritar, pero nadie acudió en mi ayuda. Todo comenzó a brillar y a temblar con mucha intensidad, lo que me obligó a cerrar los ojos y cuando los abrí, me sangraba la frente y vi que había aparecido en una ciudad que se asemejaba  a Nueva york, pero mucho más moderna.
Había proyecciones en el  cielo por todos lados que enseñaban unas escenas horribles. La gente se congregaba entristecida alrededor de las pantallas. Tardé unos minutos en descubrir que se trataba de un homenaje. Me concentré un poco más en escuchar la voz de la proyección y descubrí que hablaba de una guerra en el 2096. Un enfrentamiento de pobres contra ricos, que terminaría con el lanzamiento de múltiples bombas atómicas. Finalmente habló de la destrucción total de tres cuartas partes del planeta.
En ese momento comprendí todo. Había viajado al futuro y estaban homenajeando a todas las personas que habían muerto en la Tercera Guerra Mundial. Las gotas de sangre continuaban cayéndome por la frente y decidí irme de allí cuanto antes. Me dirigí hacia la máquina del tiempo, que había viajado conmigo y conseguí apañármelas para teclear la fecha a la que quería regresar. Por segunda vez, comenzó a temblar y a brillar con la misma intensidad. Al abrir los ojos estaba de vuelta al laboratorio, que continuaba vacío.
Avancé través de los pasillos y llegué a la puerta trasera. Me metí en el coche para conducir directo hacia mi casa. Una vez allí me dispuse a curarme la herida que tenía en la frente. La desinfecté, pero era profunda y me dejó una cicatriz, que recordaría durante toda mi vida y que me daría una causa por la que luchar: Salvar al mundo de la III Guerra Mundial.