jueves, 25 de febrero de 2010

"No volverá a ocurrir" (La mariposa Tuerticoja)


Paso el día sacando punta a los lapiceros que escriben la historia de mi vida, porque se despuntan rápidamente escribiendo cada detalle, la mayoría que preferiría que no estuviese escrita. La vida de uno no es algo de lo que debería estar orgulloso, porque todos cometemos errores en ella y siempre hay algo que no deberíamos haber hecho y por eso se prefiere no recordar aquellos momentos. Pero hay que aprender de los errores. Nadie progresa si se atasca en el pasado, como suelo decir o debería decir más a menudo, todo tiempo pasado fue anterior, pero cómo progresar si el pasado forma parte de tu futuro.
Nunca olvidaré aquella cara, esos labios, esos ojos y aquella mirada. Dios, aquella mirada, qué forma de mirar; no te lo imaginas. Cada mirada suya parecía que lo sabía todo de ti; no la conocía de antes pero esa mirada inspiraba tanta confianza que parecía que la conocía de toda la vida. Nunca la olvidaré, no me atreví a hablar con ella entonces, no me atrevería ni aunque la volviese a ver. Sólo me atreví a acercarme y verla de cerca, un mechón de pelo rubio la cubría parte de la cara desde donde yo la veía, estaba reclinada mirando una revista, allí apoyada en la pared esperando probablemente a que un valiente se atreviese a hablar con ella, yo no lo hice y si un día la vuelvo a ver es muy probable que tampoco me atreva. Tengo que aprender a luchar por lo que quiero, sin miedo y directo, pero tengo demasiado miedo al rechazo.
Ella leía, yo la miraba, perfecta armonía. Diez minutos así mirándola desde lejos sin saber qué hacer, pensando en ella; no la conocía pero pensaba en ella. Hacía frío pero había sol y se notaba que ella lo estaba aprovechando, con una chaqueta de cuero, unos vaqueros y un palestino, descansaba recibiendo el sol de pleno como iluminándola para que alguien como yo la observara. La revista hacía reflejo desde mi perspectiva deslumbrándome, pero nada me deslumbraba más que ella.
Me decido a avanzar, pero lentamente, no quiero perderme ni un segundo admirándola, cualquier excusa para tardar más era bien recibida, que si atarme los cordones, que si sonarme la nariz para admirarla me sobraban las escusas. Ella me miró varias veces y se rió. Creo que entendía lo que yo hacía o simplemente se reía de mí; prefiero imaginarme la segunda opción porque eso significa que no metí la pata, eso significa que tenía la razón, mejor que admitir que fui un idiota. Cuando paso a su lado estoy a punto de decir algo pero mi garganta se traga mis palabras, y no creo que oyese nada, pase de largo con miedo a volver la vista atrás, nunca miré.
Seguí andando, siempre echaré de menos ese momento, marcará mi futuro mi presente y por supuesto a marcado mi pasado. Esa chica sin nombre ha gastado muchos lápices escribiendo mis andanzas, mis anécdotas, mi vida en general. Cuando llegué al instituto, tarde me preguntaron qué había estado haciendo; no supe responder, sólo pude limitarme a decir: lo siento, me entretuve, no volverá a ocurrir.

lunes, 22 de febrero de 2010

Carteles cinematográficos e imágenes de "Don Quijote de La Mancha"














"Don Quijote de La Mancha": Ediciones en otras lenguas y publicaciones curiosas

En chino.
En griego.
En euskera.
En turco.
En albanés.
En coreano.
En croata.
En galés.
En catalán.
En portugués.
En italiano.
En francés.
En alemán.
En francés (edición infantil y juvenil).
Ibáñez emula a Cervantes.
Disney se aventura con los clásicos.
Cerámica inglesa.
En hebreo.
En inglés.
En árabe.
Primera edición en castellano.

"Aquel día" (Rita de Pedro)


Acababa de ser despedido hace tres años y medio de su trabajo. Su vida había cambiado desde entonces. Se convirtió en una persona agresiva, cuya única diversión era salir por las noches a emborracharse y de vez en cuando, porque no, engañar a su mujer…
Su aspecto era algo desagradable, apenas se duchaba, y siempre llevaba barba; sus ojos grises, se situaban arriba de unas grandes ojeras, su poco pelo era grisaceo y canoso. Podía llegar a estar toda una semana sin cambiarse de ropa. Su sitio preferido, el sillón situado delante del televisor, donde justo al lado había una mesilla donde colocaba su cerveza.
Su mujer estaba desesperada, y no sabía como reaccionar. Había acudido a cientos de psicólogos. Su cabeza no podía aguantar aquel dolor de ver como ese desgenerado destrozada día a día su vida, y la de sus hijos…
• Domingo, 15 de noviembre. 2003
- 4:30 am. -

Éste acababa de llegar de su larga noche de alcohol, borracho como siempre. La mujer aun le esperaba despierta.
Una vez que éste llego al salón, ella comenzó un discurso de voces que duró hasta casi una hora. Aquella noche, la mayoría del vecindario apenas durmió.
Las altas voces que se desprendían del salón, fueron perfectamente captadas por los oídos de los niños de 15 y 9 años. De repente, el sonido de un bofetón acabó con la discusión. No se oyó ni una palabra más. Ella se fue corriendo a la habitación encerrándose con el cerrojo. El, mientras tanto, como de costumbre se sentó en su sitio predilecto y encendió la televisión.
• Lunes, 16 de noviembre. 2003
- 17:00 pm. -

Otro día más de duro trabajo, para ella. Venía de recoger a los niños del colegio.
No había nadie en casa. Debido a que los niños no tenían ningún deber, decidió llevárselos a dar un paseo.
- 18:30 pm -
Llegaron a casa. Todavía su marido no había vuelto. A ella ya no le sorprendía lo que él hiciera. Dejó a los niños y se encerró de nuevo en su habitación.
• Martes, 17 de noviembre. 2003
- 5:00 am -

El llegó a casa. Cómo no, borracho. Ese día era uno de los que no se iba a escapar de una buena resaca. Se sentó en su sillón.
La mujer, asomaba su mirada por una pequeña rendija que dejo mientras abría la puerta con sigilo, y espero a que éste se durmiese.
Veinte minutos después, ella cogió de la mano a su hija de 15 y su hijo de 9. Les pidió el mayor silencio.
- 13:00 pm -
Se acababa de levantar de su sillón. No se acordaba de nada de lo sucedido aquella noche. Tenía un dolor de cabeza irritable. Levantándose forzosamente, y lo primero que hizo fue gritar el nombre de su mujer. Nadie contestó. Luego pronunció el de su hija, tampoco. Y finalmente el de su hijo, sucedió lo mismo que con las dos anteriores.
Atravesó el pasillo tambaleándose levemente de un lado a otro lado hasta el dormitorio. No había nadie. Buscó por todas las habitaciones hasta llegar al baño.
Había una nota escrita en un posit pegado al espejo, donde ponía:
Ser infiel es un camino a ninguna parte.
Andó hasta su habitación, abrió la ventana. Su primera lágrima desde hace tres años se derramó por su carrillo, hasta caer en la acera de la calle sobrepasando 4 pisos. Segundos después éste cayó segundo.
• 2010
Actualmente, el se encuentra en un reformatorio, parapléjico desde los hombros hasta los pies. Tiene pérdidas de memoria, pero aun se acuerda de aquel día…

martes, 16 de febrero de 2010

"Las calles del mundo" (Eduardo G. Igualada)



Colores amarillos, rojos, naranjas, azules danzan por las calles este día. Olores de especias, animales, comida… impregnan las calles. Los gritos, el sonido de las monedas, el tacto de sedas, los doblados, la voz del timador… rondan la plaza.

Gusto y colorido en los puestos de las frutas, olor a muerte en el del carnicero; dulzor en el puesto más admirado, dulzor en el puesto del pastelero. Unos miran, otros tocan, algunos compran e incluso unos pocos roban.

Un día soleado acompaña el momento. Felicidad, niños correteando por las calles, mujeres comprando para sus casas, hombres charlando ensimismados en sus asuntos. Mujeronas bondadosas despachando sus puestos afablemente, cobrando las miserias que el pueblo puede pagar; ancianos rácanos atentos a las ligeras manos de algún niño de la calle; fortachones cortando con fuerza y temibles cuchillos los animales que luego nos alimentan.

Aparece una mujer blanca escapando del hiriente sol con un gran gorro, elegantemente ataviada: ropas blancas de lino ideales para el bullicio y calor de la época; le sigue otro hombre de tez más morena, y ropas blancas también. Se unen con las gentes. Disfrutan del roce con los puestos, del conocimiento de sus productos, de la inmersión en su cultura...

Huele a India.

Grandes casas de piedra van dictando la traza de una estrecha y pintoresca calle. Turistas admiran lo rocambolesco de las fachadas góticas: sus figuras, retorcimientos, vidrieras, antigüedad e historia.

A medida que andamos vamos escuchando una música, música callejera. Un guitarrista velozmente envejecido por la fatiga de la pobreza canta su pena por “cuatro pesetas”. La gente le mira, sonríe, asiente y piensa: “que bien debe vivir este hombre, que gusto trabajar en esta mágica calle”. Esperemos por el bien de la tranquilidad del lugar que el músico no lea pensamientos.

Seguimos la traza de los edificios medievales topándonos con algún puesto de recuerdos, alguno hippie, alguno de comida típica y con una mujer que nos intenta vender un romero para nuestro bien.

Son las calles donde se respira la humedad del paso del tiempo, las que te hacen revivir anécdotas de tiempos pasados, historias llenas de intriga, humor y caballeros… Son las calles que te enseñan la historia de la vieja Europa.

Griterío de castellano impuesto, inunda tus oídos: La lengua del Quixote moldeada al nuevo continente.

Colorido en las flores de las ventanas de las casas de la calle. Vestidos armoniosos, llenos de colores cálidos como su tierra; grandes sombreros acordes con los grandes soles que inundan las aceras. Los coches irrumpen descontrolados por las bulliciosas calles.

Niños vuelven a correr, turistas a asomar sus cámaras ante las ofertas del lugar, trapicheos ocultos en las pocas esquinas oscuras de las calles; soledad de los pobres, que lloran su desesperación…

Buenas formas en los puestos de los aprovechados con los viajeros que tienen dinero; desprecios a los que son vecinos del tendedero.

Buenas formas y alegría en tiendas de buenas gentes, que tratan igual de bien al que les compra que al que les pide…

La alegría del sol sudamericano iluminando el rostro de los transeúntes.

Sabores exóticos, explosiones de innovación, curiosidad y un pequeño asco oculto. Un gran colorido rojo por toda la calle. Frases rápidas, altas, inteligibles.

Gentes peculiares, , que corren de aquí para allá, que hablan entre ellos sin mostrarse aprecio, con el único reflejo del trabajo en sus pupilas.

Multitud de monótonos comercios, luces y carteles en imperiales letras asiáticas.

Altos edificios uniformes, casas amontonadas unas sobre otras, agobiantes espacios cerrados, inmundicias e insectos.

Restaurantes los cuales sus cocinas emanan olores que incitan a entrar y cartas con exóticos platos que en algunos casos echan atrás.

Los asiáticos corren por sus calles, como prohombres, auténticos autómatas del siglo XIX.

Así son las calles de aquellas tierras.

¿Son actuales? ¿O del pasado? ¿Son reales o artificiales?..

Son de ahora y son de antes, ya que la vida en muchos casos poco ha cambiado… Pueden ser reales o fruto de imaginaciones ajenas: Quizás las pinte más crudas o quizás, las pinte más alegres e idealizadas de lo que en realidad son.

Olvidando tecnicismos aburguesados de antaño, y sin utilizar los políticamente correctos de hoy, pensemos en la perfección individual de cada una de las calles, de las muchas que hay; imaginemos lo maravilloso de ellas sin pobreza, miseria, guerras, muerte, hambre…

Deseemos que el momento en que cada una de las calles que pueblan el mundo, puedan ofrecerse sin tapujos, sin dolores y miserias.

Así conseguiremos las calles del mundo que no merecemos.

lunes, 15 de febrero de 2010

"Cicatrices" (María Delgado)


Cicatrices…
(Dedicado a las personas que creen que la vida se ha acabado para ellos. Que creen que la felicidad no existe. Pero realmente, esta es mucho más maravillosa de lo que creen)
Frío. Es solo una pequeña brisa que recorre tu cuerpo. Un susurro gélido…sin importancia…
Aún así , trae recuerdos.
Empiezo a caminar por el húmedo muelle, mirando al sol meterse en el horizonte. Cierro los ojos. Es como si esa luz me tocase. Un poco.
Recuerdo mi mundo a los tres años. A los cuatro, quizás a los cinco…quién sabe…
Recuerdo cómo caminaba por este, viéndolo con mis ojos. Llenándome de ilusión. Observando cómo este lugar era tan maravilloso. Seguro que no fui la única en hacerlo.
Se podía creer y ver qué en la vida había mucho más allá… Eso siempre perduró en mi corazón…
Pero…poco a poco apareció la tristeza. Una minúscula palabra en un principio, pero muy grande apuñalando.
Vi rostros indiferentes, vi almas con odio y venganza, vi corazones rotos y perdidos, vi seres totalmente superficiales…
Sin culpa y con culpa en su fondo.
Entonces aparecieron las primeras pesas en mi corazón.
……………
Empecé a luchar. Y por supuesto, seguí creyendo que la luz existía. Que todos la podíamos ver. Seguro.
…………
Luego aparecieron los vacíos. Vacíos que pueden quitarte algo grande sin remordimientos.
Personas que mueren, personas que quieren morir, soledad, incomprensión…
Las pesas dentro de mi acabaron por cerrarme del todo…
……………
Y aún así, quise seguir caminando. Ya ni siquiera sabía explicar cómo era yo a los demás. Qué era o que sentía, qué era lo que tenía dentro.
Quizás porque no se puede explicar, y aunque lo hiciese nadie me entendería.
Y no sabía explicarlo yo. No sabía a dónde ir. No sabía quién era.
Quizás es que mi dolor era grande …quizás es que era un desastre…no lo sé.
Y aún así….seguí creyendo que había luz más allá…
Que todos en el fondo éramos maravillosos…que la vida era maravillosa…
…………
Pero aquellas pesas empezaron a sofocarme…mi corazón era incomprensible…
No podía salir de ahí.
No podía…
……
Así, antes de caer al agua, una lágrima recorrió mi rostro y cayó brillante y nostálgica.
“Qué mas dará…el mundo lo confundirá con lluvia”…” El mundo no quiere ver más allá”
La desesperación me abarcó y caí sin reparos.
……
“ La vida no sirve”….”la felicidad es algo que me están quitando todo el rato”…”en la vida hay que sobrevivir”…
Aquellas palabras llenaban mi mente…mi ser , casi sin respiración.
Eran palabras ,no sólo de mi, que me hacían caer más…
“¿Por qué está todo tan perdido?”….
“ojalá…”…pensé…pero nunca terminé la frase.
……………
Pude ver …más allá de mis cadenas…más allá de esta agua….
Vi a las estrellas en el cielo…no sé cómo…
“ Las estrellas. Son tan pequeñas desde aquí, y deben estar tan solas…Sufren explosiones, y aún así, cada día brillan más”…
“Nos hacen sentir millones de cosas”
“ Es algo grandioso”…pensé
Sonreí…no porque fuera a descansar…no porque quisiera librarme de mis pesas…
Es sólo…que seguía creyendo…
Y por eso…sonreí…
...Fin…
(Es difícil caminar sobre las rocas, las piedras, las cuchillas que te hacen caer. Crean cicatrices que pueden vivir con nosotros para siempre. Si embargo, la esperanza depende de uno mismo. Pase lo que pase, hay luz más allá. Una luz a la que no llega ninguna emoción. Es una luz maravillosa)

"Tiana y el sapo" [***] (Sandra Quintana)


Tiana y el Sapo es una película animada de una duración de dos horas producida por Walt Disney Animation Studios basada en el libro “La princesa rana” de E. D. Baker.

Tiana y el Sapo esta dirigida, entre otros, por John Musker y Ron Clements, los también directores de “La Sirenita, Aladdín, Hércules, El Planeta del Tesoro” etc…

Tiana es una chica que quiere conseguir su sueño, montar un restaurante a partir de la ilusión y dotes que su padre le demostró. Charlotte, su mejor amiga. Tiene fan de ricachona y de conseguir todo lo que quiere. Aunque Charlotte y Tiana son de distintas clases sociales, una no podría vivir sin la otra.

Naveen, es el príncipe de Maldonia, el cual, sus padres tienen gran poder adquisitivo pero él, en cambio, no tiene nada. Sólo sus ojos con los cuales, todas las chicas se rinden ante él.

El malvado mago vudú Dr. Facilier le embruja y le convierte en sapo. Este, para que se rompa el hechizo tiene que besar a una joven (en este caso Tiana) que más tarde también se convertirá en rana.

Juntos tienen que encontrar a la bruja vudú Mama Odie del pantano de Luisiana, donde también conocerán a un caimán que toca la trompeta y que quiere conseguir el sueño de tocar en la banda más famosa de Jazz y a una luciérnaga que está enamorada de la Estrella Azul a la que llama Eleodora.

  • Lo mejor: El sapo.
  • Lo peor: Creo que es un pelín larga.

miércoles, 10 de febrero de 2010

"Trágico final" (Nuria Matey)


Iba andando. Caminaba sin rumbo alguno, sin esa chispa que siempre relucía en sus ojos. Se mostraba vacío. Y la lluvia caía sobre él empapándole la ropa, pero no le importaba. En ese momento se sentía identificado con el cielo, encapotado en ese momento. Además, la lluvia camuflaba sus lágrimas. Su corazón destrozado latía débilmente luchando por seguir, por olvidar esa alma hermosa que le ofreció la felicidad y, de pronto, sin razón alguna, se la quitó.
Su mente le decía que alguien como ella no se merecía que sufriera así por ella, pero su corazón no podía olvidar; quizás necesitaba tiempo para continuar con su vida. Pero él sabía que era demasiado débil. A su alma llegaban ideas horribles. Ya no encontraba sentido a su propia existencia. Él pensaba que había encontrado el amor de su vida. Pero de pronto ya no podía pensar, de pronto ya no sabía nada, nada. La respuesta que había encontrado, esa convicción que tenía del sentido de su vida ya no tenía ningún valor. Pero era joven, no lo podía entender. Ya no pensaba, no veía, no escuchaba nada de su alrededor; tan sólo recordaba imágenes de esa vida que ya no podrá tener, de esa mujer hermosa de la que se enamoró. Mientras que un dolor increíblemente angustiante resonaba en su pecho, y apenas le dejaba respirar.
Sólo andaba, y así, vagando por las calles, llegó a su casa. Subió las escaleras, lentamente, jadeando a cada paso que daba.
Llegó a su puerta, sacó su llave y entró, cerrando de nuevo tras de sí. Se tumbó en su habitación y comenzó a llorar de nuevo, buscando aún el sentido a su vida; no lo encontraba. De repente sólo deseaba una cosa. Se fue a la terraza y cerró la puerta quedando totalmente aislado. No estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer, pero ya no podía estar seguro de nada.
Entonces se subió al alféizar, seguía lloviendo.
Con una última lágrima se despidió de aquellos que más le habían querido, disculpándose por lo que estaba a punto de hacer, y cayó, dejando esa horrible tristeza atrás.
Y aún hay personas que le recuerdan y le lloran, que saben que la desesperación se llevó a una persona increíble, una persona que siempre estará en sus corazones.

"Mi nombre es Rita" (R. de Pedro)



Mi nombre es Rita.
Tengo 14 años y vivo en Madrid.

No me desagrada la soledad en algunos momentos.
En ocasiones me dejo llevar por impulsos.
Me gusta hacer reír a la gente.
Si me siento mal por algo, me lo callo, no lo puedo evitar.
Si me gusta una persona, opto por no decírselo.
Intento hacerme querer por la gente, no me gusta caer mal.
Si, uso photoshop y me gusta.
Me considero una buena persona.
Dicen que soy amiga de mis amigos, por ellos, todo.

He pasado muchos momentos buenos que ahora están metidos en una caja mental de la que no los quiero sacar.
No me gusta fumar, para nada.
Soy una persona de ideas fijas.
Soy de los que siempre están cinco minutos antes, o después.
No me fijo mucho en el fisico, me importa mas como es la persona.
No me gusta que la gente me regale cosas de gran valor económico, exceptuando a mi familia.
Nunca hago lo que me mandan los demás.
Odio la cerveza.
Dicen que soy una persona rara en el tema del amor, que me cuesta encontrar a alguien. Lo dudo.
No llevo paraguas cuando llueve, pero siempre capucha.
Dicen que dibujo genial. A mi no me lo parece.
Me gusta conocer gente nueva y soy sociable.
No me gusta para nada vestir todo completamente de negro, me gustan los colorines.
No me considero celosa, solo lo suficiente.
Soy de los que no cogen el teléfono si el número es desconocido.
Me encanta discutir, lo reconozco. Pero solo cuando creo yo llevar la razón.
Me encanta pasar de todo si no me interesa.
Soy especialista en suspender cuando quiero.
Me gusta sacarme fotos.
El instrumento que mas me gusta, mi guitarra.
Me considero una persona pesimista en cuanto a mis problemas y optimista en cuanto a los de los demás.
Lo que tenga que decir, si es malo, me cuesta y es sobre mí, me lo callo.
Tengo mi cabeza y mis sentimientos bien claros y organizados.
Pretendo estudiar hasta el final, aunque me cueste la vida.
Dicen que soy aburrida cuando me molesta algo, y no lo niego.
Me encanta que me abracen y que me quieran. Me encanta.
Soy cabezota, y persigo lo que quiero allá donde vaya.
Se me da muy bien quedarme en blanco y pensar en cosas que jamás van a ocurrir, y luego rallarme con eso.
La verdad esque me han pasado muchas cosas en las distintas etapas de mi vida...
He pasado frío y miedo, dolor e inestabilidad.
He conocido la felicidad, la belleza y la perfección en todo su esplendor.
Puedo presumir de haber pasado momentos inolvidables con mis amigos, que forman parte de mi familia.
He vivido momentos de un miedo inigualable.
He vivido llantos, depresiones, tristezas irremediables...
Presencié la muerte de mis seres más queridos y la tristeza que me provocaron esos momentos...
Entendí la finalidad de esta vida y el miedo a morir.
He llegado a estar enamorada de alguien que no podría alcanzar ni soñándolo...
Estuve al borde de la locura.
Llegué a comprender el significado de las palabras "te quiero"
He vivido 14 primaveras, otoños, inviernos, veranos... ¡Y los que me quedan por vivir!
He conocido el valor de una denuncia y sus consecuencias.
Me he burlado de gente que ahora mismo no le llego ni a la suela de los zapatos.
He vivido experiencias que aún no logré olvidar... por suerte... y por desgracia.
Me he enamorado de verdad tan pocas veces para pasarlo tan mal...
He mentido, pero nunca le di la espalda a la verdad.
Utilicé muy bien la venganza en tantas ocasiones...
He puesto mi vida en manos de personas que la tiraron al vacío.
He querido profundamente a amigos que demostraron no ser lo que parecían... Pero poco a poco, con los años te das cuanta quien permanece ahí y quien no.
Fui víctima de muchas mentiras.
He trabajado tan duro en algunos momentos... Para al final no conseguir N-A-D-A.
Conocí el fracaso y la vergüenza.
Me he metido en infinidad de peleas y discusiones.
He sufrido caídas.
He estado en grupos sociales de todo tipo.
He recibido oportunidades que nunca merecí.
No he pisado muchas veces un hospital.
Durante dos meses, cada uno en años diferentes, conviví con una familia irlandesa, sin poder usar mi idioma, solo con mis compañeros. Aprendí a comunicarme y viví una grata experiencia.
He soñado tantas cosas...
Me sigo acordando de esos amigos del colegio que se fueron en su día.
He llegado a odiar mucho mi vida...
Sentí mucha angustia y decepción.
Confié en quien no debía.
Pensé mucho en ciertas personas. Pienso mucho en ellas.
En su momento me convertí en una persona desconfiada...
Fui parte de los recuerdos de muchas personas...
Llegué a tocar fondo para poder recapacitar.
Recuerdo mi primer castigo...
Sentí rencor.
Tomé decisiones muy drásticas que hicieron cambiar una parte de mi vida.
Y aprendí que la buena vida solo dura lo que un simple bote desmaquillador de ojos tarda en acabarse.

Porque pese a mis 14 años, estoy orgullosa de haber pasado por tantas bellas experiencias... Pero me arrepiento tanto de haber presenciado otras tan oscuras... Me encanta gritar y reírme de cosas tontas.
Y acabaré diciendo que me encanta ser yo.
Nunca me cambiaria por nadie del mundo.
No cambiaria nada de mí.
Ni un centímetro de mi piel.


Ni me gustaría ser más alta, ni más delgada, ni más inteligente, ni menos violenta ni más NADA.
Me gusta ser yo y nadie más.


jueves, 4 de febrero de 2010

"Paz" (Laura Civil)


Hay una cosa muy importante en el mundo, tan importante que es esencial para la convivencia entre personas en un solo planeta. Esta cosa se describe con una sola palabra de tres letras representada por una paloma blanca que lleva en su pico una ramita de olivo, cuyo significado entenderemos al final de esta redacción y razonaremos sobre el. Esta idea abarca muchos conceptos como la igualdad social, trabajo digno de cada persona, educación, ayuda a los necesitados, tiempo para el ocio y la diversión y medidas sanitarias generales. Todo esto hace que una comunidad entera viva equilibradamente en armonía y calma. Cuando se produce un desequilibrio social surgen las envidias, el odio, los resentimientos, la enfermedad, la incultura, el paro y la desilusión, entonces la paloma no tiene ningún significado. Cada persona dispone de una calma interior, producto de las experiencias que cada uno haya tenido en su vida. También se puede producir un desequilibrio interior que de alguna manera afecta a los que nos rodean, por eso es muy importante estar a gusto con nosotros mismos y no sufrir envidia hacia otra gente. Otro ejemplo de calma es el respeto que debemos tener hacia otras personas de otras culturas o de otros países ya que en esta época del mundo la sociedad rechaza a los que no son iguales que ellos por eso mismo hay que vivir sin prejuicios. Para describir todo esto solo existe una palabra cuyo significado ya lo adivinarás tu mismo.

martes, 2 de febrero de 2010

"Guía de tu perdición" (Alba Cogolludo)






Y ahí estáis los dos, ella en el suelo, y tú, tú contemplando tu mano, todavía sin saber muy bien si eso que acabas de ver ha ocurrido realmente. Levantas la vista, sabes que te cuesta, pero aún así, lo haces. Piensas que esa escena te duele más a ti que a ella, pero no tienes en cuenta la última lágrima de esperanza que dibuja su amoratada mejilla, antes perfecta, ahora, simplemente, amoratada. No puede dirigir su mirada a ti, tan solo se mantiene inmóvil contra la pared sosteniendo su delicado rostro hacia un punto infinito, ella tampoco sabe que creer, sin embargo, los dos compartís un pensamiento en este momento, jamás pensaríais que esto ocurriría. Este mismo pensamiento es el que os paraliza en el tiempo, los minutos pasan pero para ti son segundos, y seguís en la misma situación, ella en el suelo y tú, tú ahora la miras, tu mirada es fría, inexpresiva, sientes que ardes por dentro, pero intentas no hacer ninguna mueca de dolor, ante todo debes ser fuerte, ella no debe verte débil ¿no es así? Cuán equivocado estás, como pretendes, aún viéndola tan frágil, tan indefensa, refugiada en la fría madera del suelo , seguir imponiendo tu ley, maldito hipócrita que eres capaz de dañar a tan perfecta creación, no sólo porque sea mujer, sino porque es persona, como tú. Ves como por su labio superior se resbala una gota carmín en la que te ves reflejado, tú y toda tu ira, ira que te ha conducido a tu propia perdición, pues jamás volverás a sentirte cómodo, jamás volverás a mirar igual a tu reflejo y lo más importante, jamás volverá a quererte como te quiso pues ya no podrá. Percibes como se va muriendo por dentro, cómo se van consumiendo todas sus ilusiones, de eso ya no queda nada, oyes poco a poco como se desvanece su sonido de vida en el tiempo, como se pierde en la angustia de esa dolorosa escena, pumpum pumpum… y ahí se van, sus últimos latidos de alegría, ahí se van.

"La brisa de la paz" (Blanca Capitán)



Puro, limpio, sano, fresco, es el aire que a muchos de los niños que ahora están en Afganistán les gustaría poder sentir, notar o simplemente oler. Es el ambiente que muchas mujeres desean poder tener en su vida, sin ser distorsionado por las voces o los roces de sus maridos. Es el lugar que gustan todos aquellos que desean ser respetados por su forma religiosa de pensar. Son los adjetivos con los que muchas personas sueñan ahora mismo para poder describir sus vidas, y que nosotros, afortunados, no los damos valor.
A todos nos gusta ser respetados, ser tratados de buenas maneras, y siempre con buena educación, nunca se han preguntado aquellas personas que mandan tropas a países que no pueden defenderse lo suficiente, si esas personas desean ser tratadas de buenas maneras.
Esos militares encargados de romper familias, de distorsionar el ambiente, de provocar guerras y de herir a seres humanos, son los causantes de que todos aquellos que viven en países afectados por la corrupción, la legalización de armas y la invasión de bombas, no conozcan el sentimiento llamado paz, ni lo hayan oído o podido ver con sus propios ojos.
Y todas esas mujeres fallecidas o maltratadas, a ellas tampoco se les pregunto sobre como querían ser tratadas, tampoco se dirigieron hacía ellas con buenas maneras sus maridos.
Y todos aquellos que son expulsados de países por no coincidir en su forma de pensamiento, o su creencia religiosa, tampoco se les echó de buenas maneras y menos con buena educación.
Por eso, hoy en día la paz es una brisa, hay en algunos países que siempre hace calor, y nunca pasa esa brisa fresca que te hace sentir mejor. Otros tienen suerte de que de vez en cuando al estar cerca del mar, disfruten de esos minutos de suave brisa. Y algunos, los más afortunados tienen esa suerte de vivir en la brisa permanente, la que no aprecian, por lo que son incapaces de mover un dedo para hacer llegar un poco de esa brisa a aquellos que se mueren de calor.
La paz, es también el alimento, algunos gozan de ello todos los días a todas horas, e incluso muchos lo desperdician, otros cada cierto tiempo, y los mas desdichados o nunca, o una vez cada semana.
Pero ese tipo de Paz, es la que se crea cuando a su lado también existe su contrario.
Porque alguna vez, todos aquellos superiores deberían salir, intentar ver más allá de esas bombas y esos tanques, intentar vivir en el lugar de personas afectadas por la ausencia de paz, e intentar sentir lo que muchos sienten, intentar sentir ese sufrimiento, ese desgaste, esa muerte interna que sufren día a día al ver morir a todos aquellos a los que querían.
Por eso es necesario conservar esa esperanza que puede mover el mundo, la esperanza de todos aquellos que creen que hay algo más, aquellos que creen que verdaderamente algún día acabará, y que en algún momento a todos aquellos que ahora no tienen algún día les llegarás esa brisa, capaz de paralizar todo maltrato, capaz de bloquear esas maquinas que se encargar de estropear la vida de los demás, capaz de dar un hogar a todos los que necesiten uno, y capaz de mostrarles a todos los seres humanos el significado de la palabra paz.