lunes, 10 de mayo de 2010

Mi película favorita: "Pinocho" (Estefanía Trillo)

Esta es la historia de un carpintero que deseaba tener un niño para cuidarle y mimarle, pero era imposible ya que vivía solo. Un precioso día decide fabricar una marioneta de madera pero su deseo todavía no se había echo realidad, y manda a la estrella más brillante en el cielo su propósito. De repente esa misma noche aparece el hada madrina que le concede su deseo, y da vida a la marioneta, Gepeto que era el carpintero, se

emociona de alegría y se pone a bailar con su marioneta llamada Pinocho.

A la mañana siguiente Gepeto decide mandar al colegio a Pinocho con la compañía de Pepito grillo, su conciencia, para que aprenda y sea un niño muy listo. En el camino hacia el colegio Pinocho se hace dos amigos los cuales son muy traviesos y le convencen para ir a una feria y que no vaya al colegio.

Pinocho con la inocencia de un niño, acompaña a sus nuevos amigos, a pesar de haber sido advertido por su padre y por Pepito grillo, ahí es donde comete su primer acto de desobediencia. Más tarde deciden irse dejándose influir por sus amigos bebiendo y fumando, entonces aparece el hada y le dice que esta haciendo mal y como siga así le crecerán cola y orejas de burro y si miente le crecerá la nariz, pero Pinocho no hace caso y se ríen de el por sus orejas de burro y por su enorme nariz ahí se ve la mentira y la manipulación donde en mi opinión esta historia no es conveniente para los niños donde de igual manera se ven vicios y cosas ya dichas anteriormente. Entonces decide buscar a su padre que se había ido en busca de el, viaja por los grandes mares hasta que le traga una enorme ballena y se reencuentra con su padre. A pesar de los malos actos de Pinocho al final el hada le convierte en un niño real.

Pero la historia verdadera, la versión italiana finaliza con Pinocho ahorcado pero Walt Diney lo modifica.

  • Lo mejor: la música y la animación de los muñecos.
  • Lo peor sin duda: el mensaje que deja el cuento (mentir desobedecer…).

1 comentario:

Literatura Blog dijo...

Una obra maestra, sin duda.