Estrenada en 1993, se trata de una película al puro estilo Tim Burton (creador de la historia y productor de la película, no su director) que narra un cuento navideño algo singular.
Dirigida por Henry Selick, fue animada en stop-motion, lo que supuso un rodaje de aproximadamente tres laboriosos años. Junto con la música de Danny Elfman, lo que en 1982 parecía una locura, en 1993 se convirtió en una leyenda del cine de animación.
Muy original, demasiado para aquellos que la rechazan, incluye elementos góticos y oscuros que la hacen única e inigualable, diferente a cualquier otra, como por ejemplo, sus personajes: un esqueleto vestido con un traje negro (Jack), una muñeca de trapo con remiendos en todo su cuerpo (Sally) o un saco viviente relleno de bichos (Oogie Boogie).
Posee un argumento especial que, junto al ambiente sombrío en el que se desenvuelve y la magnifica música que lo acompaña, me hipnotizó cuando apenas era una niña.
Lo mejor: la película en conjunto, pues si separara algo de ella, perdería su magia.
Lo peor: teniendo tantas virtudes, sería incapaz de destacar algún defecto.
1 comentario:
Una pequeña obra maestra. Magnífica música de Danny Elfman.
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