Con la cabeza apoyada en el hombro de su amiga contempla desfilar los árboles por delante de ella, las luces lejanas rojas y blancas de los coches. Un autobús naranja pasa junto a ellas. Cierra los ojos. Un estremecimiento se apodera de ella, después la abandona. Tiene frío y calor, y se siente sola. Siempre en silencio. En ese momento recuerda cuando se enfadaron, los meses de amistad confundidos con odio mutuo y los lloros al pensar que había perdido a su amiga. Luego instantáneamente recuerda que ahora, siempre tendrá a su amiga pase lo que pase y que nunca más la perderá. Recuerda en todo lo que han vivido, las tonterías que podían hacer, las fiestas alas que habían ido juntas a pasárselo bien. Por un momento piensa que lo pueden volver a hacer, que esto solo es el principio que solo llevan un año y parece que es toda una vida. Y suavemente sube su cabeza y mira a su amiga, nota su respiración nota que está cerca y ya no se siente sola. La gente pasa por la calle y contemplan a las dos amigas apoyadas una sobre otra. Levemente sonríe, no quiere hacerse remarcar, y murmurando se dice a sí misma: Ahora sí; ahora sé que nunca más me volveré a separar de mi mejor amiga.
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