lunes, 9 de abril de 2018

"La vida es un lápiz" de Eva Turmo. SEGUNDO PREMIO DEL CONCURSO DE RELATO CORTO "PEÑALVENTO"

Piénsalo. Un lápiz se desgasta al usarlo, tú te desgastas con personas que no valen la pena, con proyectos fallidos, nos desgastamos al subir montañas empinadas para luego ver otras más altas viviendo la maldición de Sífiso, nos desgastamos al chocar con la realidad, con la ignorancia, con la sociedad opresora. Nos desgastamos de actuar la vida.
La mina de un lápiz se rompe. Tú te rompes. Puede ser que se rompa tu pierna o tu brazo, pero también puede que se rompa tu corazón, nos rompemos al perder una parte de nosotros que no está ligada al cuerpo: la familia, amigos, amantes…
A un lápiz lo rompen, una simple jugarreta de niño pequeño para demostrar tu fuerza. A las personas también nos rompen, nos desechan cuando ya no somos suficiente, cuando somos demasiado. Empiezas a vivir con miedo e inseguro de ti mismo y no ves el camino amarillo del
“Mago de Oz”, no ves absolutamente nada claro, dejas de creer en ti y dejas que otros crean por ti, si dicen que no vales, es porque no lo vales.
Un lápiz puede ser de carboncillo o de colores, tú puedes ver la vida en una tonalidad de lancos, negros y grises, o puedes verla en toda una gama de colores.
Cuando un lápiz se pierde, te compras otro. Cuando las personas ya te han exprimido todo tu jugo te desechan. Pero un lápiz también se encuentra, igual que tú te encuentras a ti mismo y echas a volar con la misma alegría que tuvo Ícaro al emprender su vuelo.

A un lápiz le sacan punta, tú dejas que otras personas te moldeen para así poder aprender y crecer como persona. Hay veces que te afilan demasiado, pero tú eres el que decide qué hacer con esos pedazos que te quitaron.


No hay comentarios: