lunes, 9 de abril de 2018

"Entretenimiento terrorífico" de Marcos Núñez



Aún me acuerdo de aquella vez en la que estaba mirando por mi ventana aburrido porque mi padre no me dejaba salir, ya que, estaba castigado por lo típico de no bajar  la ropa sucia. Lo único que me apetecía en ese momento era salir con mis amigos, ni jugar a la consola, ni ver la televisión, ni nada que me hiciese pasar el rato. De repente me entraron ganas de escribir, y como un loco, así que cogí aquel ordenador portátil del año de la polca que tenía guardo debajo de la cama y empecé con un Word y una letrita tamaño once, la cual me costaba ver y me obligaba a posicionar el cuello hacia delante. No se me ocurrió otra cosa que escribir un relato de terror, pero hasta de escribir cosas tan siniestras empecé a oír ruidos muy raros al lado de la puerta de la habitación. En ese momento me entró un escalofrío por el cuerpo y deje de escuchar el sonido de las teclas del ordenador ya que se me habían bloqueado las manos, en cuanto recuperé la movilidad de ellas, mis manos pálidas y frías, de inmediato cerré el Word y me puse a mirar cosas por Internet pero me aburría, y, sinceramente había cogido el gusto de escribir, así que intenté olvidar lo ocurrido y volví otra vez a escribir cosas siniestras, pero, en cuanto toqué una tecla, un ruido sonó detrás mía, y ni me quise dar la vuelta.

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