lunes, 3 de diciembre de 2018

"La niebla"


Todos sabemos qué es la niebla o eso espero. Para el que no lo sepa es una acumulación de partículas de agua que al juntarse nos tapan la visión . A veces en esos días con niebla en los que hace frío me siento al lado de la ventana y me pregunto si me verá alguien desde el otro lado. ¿Nunca habéis vuelto de casa de algún amigo o amiga y tienes que pasar por un parque lleno de niebla y piensas que alguien te va a coger o algo así? Yo sí, y la verdad que me asusta hasta que se empieza a ver un poco más con claridad; ahí es cuando nos sentimos más seguros. Esa sensación de no haber estado viendo nada es muy incómodo ya que no ves, pero bueno, da gracias que ves tu móvil y un poco por dónde pisas, no nos vayamos a  caer y justo pasa alguien que te gusta y no solo tengas la sensación incómoda, sino que también demasiada vergüenza, y luego por el camino vayas pensando si se va a reír, si es que no se ha reído antes en tu cara. La niebla no solo la sentimos o la percibimos cuando la vemos, sino que se hace sentir en otras situaciones en las que no sabes qué pasará ya que no puedes ver el final.

"Tu promesa"


Te creí como una idiota. Me dijiste que ibas cambiar, y sinceramente no pienso que lo hagas.
Me has vuelto a mentir. Creo que se te volvieron a olvidar todas las promesas que me dijiste. Pero en especial una. La de no mentirme
¿Sabes qué? Te quise como a nadie y por eso soy idiota. Pensé que te podrías dar cuenta de a quién perdías. Pero en cambio no lo hiciste.
Conociste una parte de mí, que ni si quiera yo conozco.
Si te soy realmente sincera fuiste demasiado importante para mí.
Te he ayudado y apoyado en absolutamente todo. Pero cuando menos me lo espero, me das una palmadita en la espalda y  te vas corriendo.
¿Y realmente es así cómo me lo agradeces?
Creo que te conozco lo suficiente como para saber que no cambiarás. Espero que algún día te des un tortazo tan grande para que te des cuenta de cuanta gente se ha ido de tu vida.
Pero si te soy sincera, yo no me quise marchar y por eso volví una segunda vez a tu vida. Porque nunca me quise ir. Pero has sido tú el que me ha echado de tu vida.
Es mejor que no me acerque más, ya que si no me romperás en mil pedazos, si no estoy rota todavía.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

"Prólogo" de Giorgio Venturini


Adiós…

Un duro y lejano adiós, clavado en lo más profundo de mi corazón, una espina llena de veneno que sigue fluyendo latente y constante. Imposible de sacar, imposible de ignorar.

Lloros…

Cayendo en la cuneta, llena de barro, llena de soledad. Mis manos recubren mi cara, manchándola. Aunque no importa, ya nada importa.

Discusiones…

Agridulces, como las situaciones que vivíamos. Dejarte marchar, ése fue mi mayor error, las sonrisas que se reflejaban en nuestras caras y la bonita foto que capturé, eso me lo llevaré a la tumba.

Aislamiento…

Encerrado en mis pensamientos, sin opción a hablar con nadie, obligando a sacar los sentimientos más oscuros y escondidos de mi ser. Debilitándome aún más, física y psicológicamente.

Huidas…

Demasiadas han colmado mi vida, luchando con el último atisbo de energía por mi vida, siendo perseguido, maltrecho y herido, como a un fugitivo. Aunque ya no lucharé, tiré la toalla hace mucho.



lunes, 4 de junio de 2018

"Un día importante" de Fernando Teba


Que agusto se esta aquí, sobre todo ahora que los pesados de mis hermanos se han ido. Al principio pensé que volverían, pero ya han pasado 2 días y no lo han hecho, así que el nido es solo para mí, puedo tumbarme a mis anchas sin que nadie me moleste.
Sin embargo, desde que se fueron mis hermanos, mis padres no paran de decirme que me toca a mi, que yo tambíen me tengo que marchar, pero cada vez que me asomo al borde del nido me pongo malo. Esta altísimo y yo tengo vertigo, así que no pienso marcharme de aquí nunca. ¿Dónde voy a estar mejor? Tengo todo lo que necesito, cuando tengo hambre comienzo a piar y enseguida mis padres me traen algo para comer, si tengo sueño me tumbo y me duermo. Aquí no hace frío y mi madre limpia el nido todos los días.
¡Vaya! Ya esta mi padre otra vez en aquella rama mirandome con cara de enfado. Me ha dicho que de hoy no pasa. Que tengo que abandonar el nido. En fin, ya llevo varios dias haciento los ejercicios que me han enseñado y no parece tan difícil, ¡si no fuera por este maldito vertigo! Bueno habrá que superarlo. Además, mis plumas han crecido y me siento con fuerzas suficientes para intentarlo.
Me pongo en el filo del nido y comienzo a mover fuerte las alas, enseguida me levanto un poquito pero paro porque el miedo no me deja seguir. Vuelvo a intentarlo y esta vez lo controlo mejor y me siento mas seguro, lo que hace que el miedo empiece a desaparecer. Mis padres no paran de animarme y dicen que no lo hago mal para ser la primera vez. Mi madre se posa en una rama cerca del nido y me dice que intente ir volando hasta donde esta ella. Verla me da tranquilidad y comienzo a mover las alas con fuerza, sin apenas darme cuenta ya estoy a su lado. Ha sido estupendo. Mi madre se rie y me abraza, eso me da animos para intentarlo de nuevo, pero esta vez mi meta esta mas lejos. En pocos minutos estoy volando lejos del nido. Esto es maravilloso, es una sensación que no se puede describir. Me siento mayor y libre.
Mis hermanos, a los que creía que no volvería a ver, me estaban esperando para darme la enhorabuena y me han presentado a un montón de amigos con los que vamos a jugar y a hacer piruetas en el aire. Yo todavía no vuelo como ellos pero tengo la impresión de que esto se me va a dar bien porque aprendo rápido y me gusta mucho.
¡Me encanta volar!

"La peor experiencia de mi vida" de Fernando Teba



Normalmente salgo del colegio a la tres de la tarde y vuelvo a casa dando un paseo. Tardo cinco minutos y espero a mi madre haciendo la tarea. Pero ese día algo llegó antes que mi madre. Empecé a oír mucho ruido y de repente, una gran explosión y el grito desgarrador de una mujer me helaron la sangre. Me quedé unos segundos inmóvil pensando que podría haber pasado. Me dirigí a la ventana y apartando con mi mano temblorosa la cortina y asomando solo media cara, observé como la casa de enfrente se elevaba como si de magia se tratara. Noté un escalofrío recorriéndome la espalda y una sensación de impotencia, pero sobre todo preocupación por no saber donde estaba mi madre. Sin tiempo de reaccionar, los cristales de la ventana estallaron y una gran corriente de aire me lanzó contra la pared opuesta de mi habitación. Me quede unos instantes aturdido, casi sin conocimiento. Entonces oí que alguien gritaba mi nombre, miré en varias direcciones. Entonces vi a Tom, mi vecino, quien se percató de que estaba demasiado asustado para siquiera darme cuenta de que un trozo de cristal de la ventana atravesaba mi pierna.
Me llevó a su casa donde tenía un cuarto, que yo no conocía, en el había una escalera que parecía infinita. Bajamos por ella y descubrí un pequeño bunker que habian construido. ¡Allí estabamos seguros!
Pasado el peligro comencé a notar un intenso dolor en la pierna. Tom me extrajo con cuidado  el trozo de cristal que tenía clavado y me vendó la pierna con fuerza. El dolor no disminuyó pero dejó de sangrar. Le pregunté qué es lo que había pasado, por qué salió la casa volando, y él me explicó que era un tornado y que pasaría pronto, y así fué.
Pasados unos 30 minutos, que fueron los mas largos de mi vida, el ruido comenzó a disminuir y nos decidimos a salir del bunker. Todo estaba destrozado. Vimos casas destruidas, la mayoría de los tejados estaban rotos y habia varios coches amontonados al final de la calle.
Lo primero que hice fue llamar a mi madre. Por suerte, el teléfono funcionaba y enseguida lo cogió. Estaba muy preocupada por mi, al igual que yo por ella. Me contó que el tornado le había cogido en el supermercado y que bajaron rapidamente al parking que estaba en el sotano donde estuvieron seguros hasta que todo pasó.

viernes, 1 de junio de 2018

"Capitán América" de Isabel Juan Gamboa


A su país sirve
con rostro responsable
mi futuro marido
aunque él no lo sabe

Con escudo redondo
y mirada atenta
a los inocentes defiende
y a los malos revienta

Con traje ajustado
y espíritu valiente
siempre ha luchado
por defender a la gente

Me encanta Capitán América
como superhéroe y como actor
algún día lo sabrá

y no se resistirá

"Siria" de Isabel Juan Gamboa

Hoy en día, cuando la gente piensa en cristianos perseguidos lo primero que les viene a la cabeza es hace dos mil años, cuando los detenían y los metían en coliseos para formar parte de un espectáculo inhumano, donde eran devorados por leones y otros animales, mientras la gente aplaudía.
Pero la realidad es que también ahora en muchas partes del mundo, los cristianos sufren persecución.
Hace unos meses tuve una experiencia que no se me va a olvidar nunca. Fui a escuchar el testimonio de un cristiano sirio. No voy a decir todo lo que contó, porque quiero respetar su testimonio, pero sí puedo poner muchos ejemplos de lo que están sufriendo allí los cristianos. Se despiertan sin saber si ese va a ser su último día. Si van en autobús público, corren el peligro de que los terroristas le pueden parar, sacar a todos los cristianos de él y atarlos en al acto. Les desconectan el agua y la luz durante días. Lazar morteros en la calle y por las ventanas dentro de sus casas. Si salen están en peligro, porque hay francotiradores que les pueden disparar en cualquier momento. Muchos intentan cruzar la frontera para huir y la mayoría no llegan a conseguirlo, les matan.
Y a pesar de todo esto, no renuncian a sus creencias, los que van quedando siguen yendo a la iglesia todos los días. Viven en el terror, la crueldad y la intolerancia y no se rinden.
Busco la palabra tolerancia en el diccionario y pone “Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes a las propias”.  Estoy totalmente de acuerdo con esto. La tolerancia es un valor cristiano. Lo curioso es que muchos de aquellos que lo piden, son los primeros que toleran el que alguien crea en Dios.
En Siria los matan y aquí los ridiculizan.
¿ Y vosotros qué pensáis?

La saga "Star Wars" de Carlos López

Star Wars es una saga de 9 películas. Actualmente se está realizando otra, pero no tiene q ver
con las demás porque es la historia de uno de los personajes.
Star Wars, como todas la películas, se creó de un libro, el cual no tuvo mucho éxito hasta que
se realizó las películas conocidas como la guerra de las galaxias a finales del siglo 20. A mi,
especialmente, me gusta mucho debido a que mezcla temas amorosos con acción y de
aventuras en una galaxia. Pero tiene algunos fallos que empeoran al número de seguidores. Un
ejemplo sería las espadas láser. Un sable de luz en la película provoca un gran número de bajas
y es capaz de desviar los disparos de los llamados blasters o pistolas láser. Esto, como bien
imaginamos, no es cierto. Si es verdad que se han creado sables láser, pero no es capaz de
desviar un láser como el de un puntero. Si corta, pero es incapaz de manejar con tanta
agilidad.
Quitando todos los fallos de la saga, es una de las películas con más seguidores y
visualizaciones. Y como bien he indicado al principio, me gustan mucho las películas de este
tipo, y siempre que veo una de estas películas deseo ver la siguiente inmediatamente debido a
su adicción y gran capacidad de arrastrar al receptor.

"El libro sin retorno (Final) " de Carlos López



Después de una persecución trepidante, vieron unas huellas adentrase en una cueva; presos del pánico decidieron parar un momento para tranquilizarse. 
Alan, que tenía práctica como scout en supervivencia, organizó a todos. 
Dan tendría que preparar una hoguera para poder pasar allí la noche, no perdían la esperanza de encontrar vivo a Kaneki. 

El explorador les dijo que la única solución para encontrarle con vida, estaba entre las páginas del libro de La Montaña Maldita que habían estado leyendo. 

Alan no tenía muy claro que la única solución podía estar en las páginas de un libro que les había dado tantos problemas y tenía miedo que si la historia se volvía trágica, irremediablemente se iban a ver presos de una situación que ya estaba escrita en aquel libro. 

Finalmente decidieron leerlo. 

Como si fuera una pesadilla, el libro hablaba de un explorador perdido y nuevamente los sonidos parecían salir del libro y rodearles; la tarde rápidamente se tiñó de gris oscuro y la oscuridad de la noche les rodeó rápidamente. El viento era cada vez más fuerte, como en la historia del libro. 

La historia continuó con el explorador buscando a la bestia en la cueva de la Montaña Maldita, sólo había una forma de terminar con la bestia: tenían que coger unas semillas de unas enredaderas que estaban en la entrada de la cueva, y hacérselas comer, entonces la bestia desaparecería para siempre. 

Cerraron el libro y fueron corriendo a buscar esas plantas que estaban en la entrada de la cueva, enredándose por todo lo que estaba alrededor, tenían grandes espinas y no era sencillo hacerse con las semillas, pero entre todos lo consiguieron. 

Ahora sólo quedaba lo más difícil. ¿ Cómo conseguirían que la bestia se comiera las semillas? Entraron en la cueva con la antorcha, cada paso que daban era un paso menos para llegar a la guarida de la bestia, el corazón les latía fuertemente, pero su deseo de encontrar a Kaneki era más fuerte que el miedo. 

La bestia estaba dormida y Kaneki, malherido, muy cerca. Le hicieron señales para que no hiciera ruido. Entonces el explorador, como si ya hubiera estado allí antes, se acercó sigilosamente y con mucho cuidado le puso las semillas en la boca a la bestia. 

Entonces ésta abrió los ojos, se puso en pie y aulló como si estuviera herida de muerte. Se desplomó y a la vez desapareció, pero también desapareció el explorador y el libro. 
Los tres amigos se abrazaron y vieron maravillados como Kaneki no tenía ni un rasguño. Decidieron que nunca contarían su aventura y que ese sería su gran secreto. 
Cuando se marcharon del bosque, a lo lejos vieron en otro árbol una mochila igual que la que ellos habían descolgado. Se miraron, sonrieron y salieron rápido de aquel bosque encantado que les había hecho pasar la aventura más increíble de toda su vida. 

FIN. 


"Entrevista" de Isabel Juan Gamboa


He realizado una pequeña entrevista a un niño de cuatro años, haciéndole preguntas sencillas, para saber qué le pasa por la cabeza.

  • ¿ Cuál es tu color favorito?
  • El azul y el negro. 
  • ¿Por qué? 
  • Porque es de policía.
  • ¿ Cuáles son tus animales favoritos?
  • El tigre y el toro.
  • ¿Por qué?
  • El tigre porque muerde a la gente y el toro porque le da a la gente.
  • ¿ Qué es un ratón?
  • Es una cosa pequeñita que tiene orejas naranjas.
  • ¿Cuál es tu superhéroe favorito?
  • Ironman porque es eléctrico
  • ¿ Sabes qué es lo que pasa cuando se te cae un diente?
  • Sí, que viene el ratón pérez y se lo lleva a su casita y lo guarda para luego comérselo.
  • ¿Qué piensas d e la vida?
  • Nada.
  • ¿Cuántos años te gustaría tener?
  • Treinta y ocho.

 A partir de esta pregunta se puso a jugar y le dejó de parecer interesante la entrevista. La conclusión es que , la capacidad de atención de un niño de cuatro años es de cinco minutos.

jueves, 31 de mayo de 2018

"El espacio" de José Antonio Ortega

Si como lo ves, el espacio que tú y todos conocemos no es mas que una milésima parte de lo que es en realidad. El espacio tiene tantos misterios, por ejemplo si es infinito,si  hay vida en otros lugares… ha habido miles de intentos por parte de la raza humana para averiguar esta última incógnita. Se han lanzado desde pequeños robots al espacio hasta inmensos cohetes con el fin de llegar a otro planeta. Es un misterio ya que apenas se tiene conocimiento de nuestra galaxia cuando hay millones de estas. Es un asunto difícil de explicar debido a que apenas tenemos conocimiento de esto. Pero en mi opinión, yo creo que hay vida más allá, ya sea de minúsculos microorganismos o una civilización más desarrollada que la nuestra. En la actualidad es imposible saberlo ya que no disponemos de los recursos suficientes para crear una nave o dispositivo capaz de llegar a tanta distancia sin ser destruido. Otra duda existencial es la posibilidad de vivir en Marte o la existencia de vida en él. Yo creo que sería estupendo  poder viajar a otro planeta y disfrutar de sus condiciones, ya sea la gravedad, temperatura, etc…  pero por otro lado sería de gran coste debido a la inversión en la fabricación de nuevas naves y el gasto de combustible que supondría cada viaje. En definitiva, para mí el espacio nos abre la mente a millones de dudas y curiosidades sin resolver debido al gran misterio que tiene.

"El objeto misterioso" de José Antonio Ortega

Era una calurosa tarde de verano cuando mis padres y yo decidimos ir al campo y disfrutar de la naturaleza.  Ya montados en el coche mi padre arrancó y en eso de una media hora ya nos encontrábamos en el parking de la montaña. Nada más bajar cogimos la comida y nos pusimos a pasear. El camino estaba repleto de preciosas flores en su máximo esplendor, no faltando alguna que estaba marchitada. También, pasamos por encima de un rio a través de un tronco de madera que habría sido puesto por otra persona años atrás. Finalmente llegamos al camping y nos dispusimos a comer. Después de haber disfrutado de ese maravilloso sándwich hecho por mi madre, decidí ir al río y pasar el rato tirando piedras al agua. Cuando llegué busqué las piedras más finas para realizar el llamado “salto de la rana” con estas. En ese momento me fijé que había algo extraño en el agua. Al principio me dio miedo y se me pasó por la cabeza alejarme, pero decidí cogerlo. Cuando lo  tenía entre mis manos noté que tenía un gran peso, por lo que tuve que tirar con fuerza. Al sacarlo me llevé una gran sorpresa, puesto que se trataba de una pieza de oro oxidado con forma circular  con el paso del tiempo y la corrosión del   agua. Rápidamente fui hasta el camping y  se lo enseñé a mis padres. Mi padre, que era profesor de historia mee lo pidió. En ese momento se puso a observarlo detenidamente y después de un breve tiempo de intriga me desveló que era. ¡Se trataba de la mismísima corona de Isabela Católica! Mi padre lleno de alegría me dijo que se trataba de una pieza histórica de España por lo que teníamos  que entregarla a cualquier museo. En primer momento me lleve una decepción pero por otro lado me sentí afortunado de haberla encontrado yo. Ya pasada la tarde volvimos a casa y decidimos entregarla al día siguiente. Finalmente, fui acompañado por mi padre y la corona hasta el museo. Allí, entregué la corona y me dieron un pequeño diploma  como compensación. Fue una experiencia muy divertida.

"El viaje sorpresa" de José Antonio Ortega

Mis abuelos cumplían 50 años de casados y mis padres y tíos decidieron realizar un viaje secreto para celebrarlo. Este consistía en hacerles creer que solo ellos iban a viajar a Roma pero en el aeropuerto les sorprederíamos toda la familia. Mis padres se encargaron de planificar el viaje de mis abuelos mientras que mis tíos planificaban el vuelo y el hotel. Todo parecía correcto hasta que de repente los trabajadores se pusieron en huelga. Mis tíos se volvieron locos al igual que mis padres ya que tenían miedo de que el plan saliera mal. Estuvieron día y noche hasta que después de unos días de incertidumbre encontraron el vuelo perfecto. Tal fue la alegría que casi se les escapa delante de los abuelos. Pasada una semana llegó aquel  sufrido pero esperado día. Mis abuelos salieron de su casa con las maletas rumbo al aeropuerto de Málaga. Mientras tanto mis tíos y padres controlaban que todo estuviera en orden. Una vez mis abuelo  habían llegado al aeropuerto llamaron a mis padres, que anteriormente se lo pidieron para saber que habían llegado a salvo. Esta llamada significaba que el plan se ponía en marcha. Salimos todos rápidamente en dirección al aeropuerto pero con mucha calma ya que un paso en falso nos podría delatar. Ya llegados vimos a mis abuelos sentados en un bar. Decidimos ir por el otro lado para no ser descubiertos y así poder dejar las maletas. Cuando faltaban menos de 30 minutos para embarcar les dimos la gran sorpresa. Se emocionaron tanto que casi se ponen a llorar de alegría. ¡Ya lo habíamos conseguido! Pero nos teníamos que dar prisa  porque si no perdíamos el vuelo. Finalmente lo cogimos con éxito y pasamos una gran estancia en Roma. No solo fue una gran experiencia para mí si no que para mis abuelos ya que no se lo esperaron para nada.

lunes, 28 de mayo de 2018

"Querida yo del pasado" de Lucía Soler

Querida yo del pasado:
No sé cuándo leerás esto, dónde lo leerás ni con quién. Ni siquiera sé si eres todavía una niña o te has adentrado ya en la plena adolescencia, pero que sepas que de todo se sale, y todo aquello que crees que te está destrozando se acaba, y te hace más fuerte. 
Nunca dejes que nadie te quite la sonrisa que tienes (que te la reservas para las personas que lo merecen). Nunca te des por vencida porque alguien ha intentado hundirte, porque siempre va a haber personas así. No te juntes con personas que no valen la pena y que te hacen sentir inferior. Aprende a quererte, porque si no lo haces tú, nadie lo podrá hacer por ti. Confía más en ti misma, porque sabes que vales y que puedes conseguir cuanto te propongas. Aprovecha los momentos en familia y las excursiones con amigas, porque es de las cosas que nunca se olvidan. No te quedes callada si algo no te parece bien. Quéjate y exprésalo. Define tu personalidad y no hagas o dejes de hacer cosas por miedo o por moda: hazlas sólo si te hacen feliz y si te llenan. No te dejes influenciar por gente pasajera, que se mueve por interés. Tampoco dejes que te dirijan ni manden sobre ti: imponte. A pesar de que haya personas que no te hayan tratado como te lo mereces, aprende de ello para la próxima vez, pero nunca hagas tú lo mismo. Valora a la gente que te apoya y que está dispuesta a ayudarte siempre, porque no encontrarás muchas así. Haz caso a mamá y a papá, todo lo que ellos te dicen es por tu bien, y aunque a veces te enfades con ellos, en el fondo sabes que les quieres, y mucho. Aprovecha el tiempo con tus hermanos, padres, abuelos, tíos, etc, y diviértete. No le des tantas vuelta a cosas que te preocupan, y deja que pase un tiempo hasta que encuentres una respuesta. Nunca dejes de luchar por lo que quieres, y trata siempre de aprender. Cada persona es un mundo y tú tienes que empezar a crear el tuyo. Querida yo del pasado, esta carta es para ti.

lunes, 21 de mayo de 2018

"El libro sin retorno" (Parte 2) de Carlos López



Con la antorcha en la mano alumbraron el lugar donde se originaban los ruidos y cuál no fue su sorpresa al ver pasar una forma humana a la que siguieron con rapidez y a la que alcanzaron cuando ya, por agotamiento, cayó al suelo. Entonces reconocieron a una persona vestida de explorador, que llevaba grabado en su camisa el mismo escudo de la mochila que habían encontrado.  Lo reanimaron y volvieron con él al campamento para darle bebida y comida y, como estaban agotados, decidieron ir a dormir y averiguar su historia al día siguiente.
               Al amanecer de un día soleado, despertaron con la inmensa curiosidad de conocer a este hombre, este se despertó sorprendido por aquellos desconocidos que lo rodeaban. Tras un desayuno rápido, empezó a contarles su historia. Hacía varios días que exploraba el bosque para hacer un mapa, cuando al anochecer y, tras hacer una hoguera, fue atacado por una misteriosa bestia de aspecto enorme y peludo. Les contó que cuando estaba a punto de ser devorado, algo llamó la atención de la bestia y pudo huir milagrosamente, aunque casi lo alcanza aquel ser terrible al cogerle la mochila, que salió despedida y se quedó enganchada de unas ramas.
               Los jóvenes, a su vez, le contaron el hallazgo de la mochila y el libro que los tenía envueltos en ansias de aventura. El explorador los avisó del peligro que correrían si se adentraban en las rutas que el libro marcaba de camino a una cueva, la que él deseaba investigar  y lo había llevado hasta allí. Todos decidieron con mucho valor, ayudarlo e ir a ese lugar misterioso para terminar con la leyenda de la bestia.
               Cogieron víveres y el libro, y se adentraron con incertidumbre y valentía en el bosque todos juntos. Allí encontraron a los pocos kilómetros un rastro de sangre animal y más adelante un ciervo a medio devorar, pero al acercarse se abalanzó sobre Kaneki la bestia, que desapareció con él emitiendo un gruñido atroz que retumbó en el bosque. Todos corrieron tras ellos…(continuará).

lunes, 7 de mayo de 2018

"Un verano diferente" de Fernando Teba



Por fin se ha acabado el curso, y como todos los años esperaba ansioso visitar la playa. Pero este año, conocí la historia de un pueblo de África en la que sus niños tenían que hacer verdaderas hazañas para conseguir algo tan sencillo para nosotros como beber agua, así que decidí que este año iría a ayudarles.
A través de un amigo encontré una ONG que preparaba viajes para ayudar a los habitantes de este poblado y me apunté como voluntario.

El día del viaje estaba muy nervioso y emocionado por llegar a nuestro destino y poder ayudar a todas las personas posibles. Pensaba que seríamos pocos los interesados en usar nuestras vacaciones en hacer un poco más fácil las vidas de los habitantes del pueblo, pero al entrar en el aeropuerto me dí cuenta de que no era así, ya que ocupabamos un avión entero. El viaje se me pasó muy rápido pensando en todo lo que ibamos a hacer por aquella gente. Al llegar lo que más me impactó fue el recibimiento que nos dieron, estaban felices y parecian contentos, a pesar de que muchos de ellos no tenian ni ropa. Entre los proyectos de la ONG estaban el construir una escuela y un pozo. A mi me tocó contribuir en la contrucción de la escuela.

A la mañana siguiente empezamos temprano. Las jornadas eran largas y el trabajo muy duro, pero no nos importaba con tal de ver la ilusión en las caras de los niños que ya no tendrían que volver a desplazarse varios kilometros hasta la escuela más cercana. Con la ayuda de todos conseguimos terminar la escuela antes del final del verano. A pesar de que solo tenía dos aulas con una rudimentaria pizarra y unos asientos de madera, todos estabamos muy satisfechos del resultado.

El pozo también se terminó a tiempo aunque la canalización del agua quedaría para otro grupo de voluntarios.

Cuando llegó el momento de la despedida, todos estabamos muy tristes por irnos pero a la vez contentos por el trabajo realizado. Supe que nunca olvidaría la satisfacción que generaban las caras de alegría de los habitantes y de los voluntarios al haber podido ayudar en este verano diferente.

"Un desierto mojado" de Fernando Teba



Yo era un joven soñador en un viaje con el único afán de cruzar los siete mares nada más que con mi velero y una brújula, o eso pensaba yo.

Saliendo de un puerto de Venecia, mi ciudad natal, comenzó la historia que cambió mi perspectiva de la vida y de cómo vivirla. Los primeros meses fueron como me esperaba, un viaje tranquilo y en soledad, siendo acunado por la suave marea de un día calmado, uno de muchos, pues al octavo amanecer del cuarto mes sin aviso alguno una tormenta quebró mi mástil dejándome a la deriva en mitad del azul desierto que un día tanto me atrajo cruzar.

Al principio solo quería despertar de la supuesta pesadilla obra de mi imaginación que se mostraba ante mis llorosos ojos, estaba encallado en un coral gigante, en una ruta sin transitar debido a los arrecifes de coral, que aunque alberguen más vida de la que te puedas imaginar tienen una cara opuesta, siendo capaces de hacer encallar hasta al más robusto de los barcos. Una vez que admití que no era un sueño y al borde de perder la poca cordura que me quedaba, los problemas se fueron presentando uno tras otro, pero el que más me preocupó fue el de la comida y el del agua potable, ya que un sorbo de la salda agua en la que flotaba sería suficiente para aumentar mi sed y acabar antes con la reserva que me quedaba. Me repartí la comida y el agua para cinco días los cuales tenía que asegurar mi sustento de comida y agua. El más simple en apariencia era la comida, ya que estaba rodeado de cientos de peces. El problema fue que yo no era el único cazador y todo estaba infestado de tiburones, que acechaban mi barco haciendo imposible sumergirme a por algo que llevarme a la boca. Vagamente recordé uno de los documentales que de niño tanto me gustaban, en los cuales observe como con unos pedazos de madera y una cuerda ingeniaba una extraña trampa similar a una nasa. Con la idea en mente y sin ninguna mejor, me decidí a intentarlo. Hice una revisión en los camarotes para ver de que disponía, cuando me di cuenta de que medio barco estaba inundado por causa de una brecha gigantesca. En ese momento, me pregunté por que no me había hundido hace tiempo, tardé en darme cuenta de que el coral en el que estaba varado también me impedía naufragar.

Entendí que debía apartar la trampa de los animales cercanos ya que solo conseguiría cebarlos.
Mientras pensaba escuché un chapoteo en el camarote inundado. Por la la grieta del casco habían entrado dos peces, que al estar en un espacio pequeño me resultó fácil capturar. La curiosidad de los peces los llevaba a explorar el barco y de esta manera conseguía todos los peces que necesitaba. El problema del agua fue más fácil de solucionar gracias a un filtro que encontré en el botiquín, capaz de hacer potable la salada agua del mar.

Una vez solucionado el problema principal, que era mi subsistencia, me ocupe de buscar la  manera de escapar de este naufragio. Realicé señales de humo, escribí el símbolo SOS en la vela del barco, pero nadie me vio. Hasta que un día, por fín, divise un barquito que pasaba cerca, y con un último y desesperado intento, queme la vela y todo lo que pude, generando una gran columna de humo que consiguió llamar su atención, logrando así salir de este desierto mojado.


domingo, 6 de mayo de 2018

"Los deberes" de Jaime Colmenarejo


Los deberes son aquello que odiamos todos y que la mayoría de días nos fastidia la tarde entera. ¿Creéis que de verdad los deberes nos sirven para algo, o solo son un castigo de los profesores?
En mi opinión, hacer deberes en casa es algo necesario, siempre y cuando no sea una cantidad exagerada. Actualmente pienso que nos mandan pocos deberes, pero eso sí, estudiamos demasiado. No veo adecuado que tengamos que hacer más de cinco o seis exámenes por semana, cuando en la mayoría de países se valoran mucho más los trabajos y las prácticas. Además, la mayor parte de los alumnos tenemos alguna actividad extraescolar, y como es lógico, no vamos a dejar de hacer esa actividad por tener que estudiar más de la cuenta.
Este año hemos tenido muchos exámenes y ha habido días que, por lo menos yo, nos hemos tenido que quedar hasta tarde para terminar de estudiar o terminar los deberes.
Yo creo que se puede llegar a aprender mucho más haciendo trabajos prácticos que estudiando. Un ejemplo muy claro es el trabajo de la disección de un corazón en biología; a mí me quedó mucho más claro en la práctica que estudiándolo en casa.

jueves, 3 de mayo de 2018

"Diario de una persona normal (Parte 8)" de Eva Turmo


¿Cómo describiría yo a mi hermano pequeño Anastasio? Pues, yo creo que como… El diablo mismo, sí. Si el diablo se reencarnase sería mi hermano. Crea la ilusión de ser una criatura mona, achuchable y que te la comerías en un segundo. (Metafóricamente hablando. Di no al canibalismo). Pero no, hace caca constantemente abrasándote todo el sistema olfativo hasta que llega un héroe que abre la ventana, o mejor, la puerta. Llora por las noches, despertando a todo el mundo, yo creo que es porque se da cuenta de que hace la vida imposible al resto y se siente mala persona y empieza a llorar, puede ser… Además, sólo tiene dos dientes, los dos incisivos de abajo. En todos los cuentos, las brujas, los magos, los ogros o los ladrones no tienen una dentadura perfecta, por lo que ya sabemos, gracias a mi investigación en cuentos infantiles, que mi hermano es el malo de la película de mi vida porque no tiene dientes. Por último, ¡va a levar a mi familia a la ruina! Que si pañales, que si juguetes para que no se aburra, mil chupetes (que los pierde todos el niño), ropa cada mes (aparentemente crece mucho, yo creo que se alimenta de mis penas y por eso crece tanto y tan rápido) y mil y un cachivaches innecesarios para “el angelote de la casa”.
Yo te he contado todo este rollo, querido diario, porque hoy ha sido una tarde muyyy larga. Te cuento. Justo al terminar de leer la nota que me puso mi padre apareció Él, lo llamaré Hades, que es el dios del inframundo en la mitología griega, y como he aprendido eso hoy en clase voy a llamarlo así. (Ay… Si se me quedasen en la cabeza las matemáticas como se me queda la historia…) Pues eso, aparece gateando por la esquina de la puerta, se sienta y le veo haciendo fuerza, está cagando. (Esta era la primera prueba para superar al BOSS del juego de mi cabeza que iba a ser esta tarde.) De repente, me mira maliciosamente y empieza a llorar, en este momento es cuando su ataque venenoso me llega a la nariz, tengo poco tiempo… En el momento abro la puerta de la casa y lo dejo en el felpudo, cierro la puerta y salgo escopetada al cuarto de mi hermano a coger pañales limpios, tengo poco tiempo antes de que lance su conjuro “desaparecer en los bosques”. Una vez en el cuarto de Hades, cojo un pañal limpio, toallitas y crema hidratante para sus posaderas. Bajo corriendo las escaleras, arriesgando la buena salud de mis tobillos, y abro la puerta de casa. Pero desgraciadamente ya había lanzado dos conjuros “desaparecer en los bosques” y “eliminación rastro por olor”. Bueno, pues ahora nos toca embarcarnos en la “quest” (los hebreos tienen palabras para todo) de encontrar a Hades, iba a ser difícil, ya que se trata de una deidad con muchos recursos, pero no podía haber ido muy lejos…

"Mi familia" de Jaime Colmenarejo


Todos alguna vez hemos discutido con nuestros padres o con nuestros hermanos, incluso muchos de vosotros ni siquiera os habláis con ellos.
Tenemos que entender que nuestros padres siempre quieren lo mejor para nosotros, aunque no lo parezca. Seguramente más de uno se haya enfadado con ellos porque no le han dejado ir a alguna fiesta o porque ha tenido que estar en casa antes que todos sus amigos. Si nuestros padres nos dicen esto, es siempre por nuestro bien, porque se preocupan por nosotros, y más de lo que creemos.
En mi caso, mis padres me han apoyado desde pequeño y a pesar de que tenemos nuestros más y nuestros menos siempre les agradeceré todo lo que han hecho y están haciendo por mí.
También tengo que agradecerle mucho a mi hermano mayor, Dani, la verdad es que no siempre se portaba bien conmigo, pero siempre ha estado a mi lado cuando le necesitaba. Lleva casi un año estudiando primero de bachiller en EEUU, a veces le echo un poco de menos, sobre todo porque ahora me echan el doble de broncas.
Tengo la suerte de tener a mis primos, tíos, abuelos, padres y hermano, porque, aparte de llevarme estupendamente con todos ellos, son un pilar fundamental en mi vida.

"Mi mejor amiga" de Marta Lázaro


Mi mejor amiga, es mejor que la tuya, mejor que cualquier novio. Mejor que todo, bueno todo no, no es mejor que mis padres, pero mejor que todo lo absurdo, sí.
Me he dado cuenta de que es la única que está a mi lado cuando lo necesito. Está tanto en las buenas como en las malas. Siempre ha estado.
Ahora mismo me he dado cuenta de que es la única o delas pocas que está ahí cuando lo necesito.
La única que me ha abierto la puerta cuando lo he necesitado, cuando mi mundo se venía encima.
Ella es única. He tenido errores y, aunque los haya cometido, me he dado cuenta de que sigue estando a mi lado.
Juntas hacemos buen equipo, la verdad.
La quiero mucho.

lunes, 30 de abril de 2018

"El caballo andaluz" de Jaime Colmenarejo


El caballo andaluz es una raza de caballos española originaria de Andalucía. Se trata de un caballo ibérico  que está entre las razas equinas más antiguas del mundo. En España también se le conoce comúnmente como caballo español y se le denomina oficialmente Pura Raza Española (PRE) a pesar de que en la mayoría de países recibe el nombre de "caballo andaluz".
Esta raza de caballos comienza a criarse en el siglo XVIFelipe II encargó a Diego López , I marqués de El Carpio, la creación de las “Caballerizas Reales de Córdoba”, donde agrupó los mejores sementales y yeguas de Andalucía , siendo esta yeguada real el origen de la raza del caballo andaluz. En todo el Siglo de Oro se elogió a los caballos andaluces. Lope de Vega en su comedia “Los comendadores de Córdoba” habla no solo de la fama de los caballos andaluces, sino también de sus jinetes.
El caballo andaluz posee una cabeza grande con un perfil recto. Sus ojos son grandes y expresivos. El cuello es amplio, arqueado y no muy largo. Las crines y la cola son muy abundantes y a veces ondulada. Su cuerpo es robusto y fuerte, pero a la vez muy elegante. En la antigüedad solo se aceptaban dos capas (color de pelo) para este caballo, el tordo y el castaño. Actualmente se admiten casi todas las capas.
El caballo andaluz es muy polifacético y tiene capacidad para realizar distintas modalidades, doma clásica, doma vaquera, alta escuela, rejoneo, enganche y paseo entre otras.
El caballo andaluz tiene fama de ser muy noble y muy arrogante, para mucha gente, incluyéndome a mí, es el caballo más bonito del mundo.

"Valor" de Eva Turmo


Déjame decirte que plantar cara, tener los pies pegados al suelo para no ceder posición y simplemente hablar son algunos de los mayores retos que pueden existir.
Se suele hablar de valentía, de asunción de riesgos, de agallas, de osadía, de brío o de valor, pero yo me voy a quedar con la última, valor. La RAE tiene muchas definiciones para valor, pero yo me voy a quedar con dos.
“8. m. Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros denotando osadía, y hasta desvergüenza.”
“9. m. Persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para desarrollar una determinada actividad.”
Porque tener valor no se trata sólo de dar un paso adelante sino también de saber que, válgase la redundancia, lo vales. Y lo vales porque tienes personas que te respaldan y te lo recuerdan cuando tu mundo se viene abajo, porque muchas  veces ese recordatorio nos ayuda a ser valientes, a decir : “ Porque lo valgo doy un paso adelante”, “Porque lo valgo digo lo que pienso”, “Porque lo valgo estoy dispuesto a asumir las consecuencias de este acto”, “Porque lo valgo no voy a dejar que me pisoteen, aplasten o pasen por encima”, “Porque lo valgo no voy a aceptar injusticias”, “Porque simplemente me merezco algo mejor”.
Aprender a tener osadía es un reto que dura TODA la vida, porque alguna vez en este camino que llamamos vida, vas a tener que defenderte a ti mismo y a tus ideales. Y llegará el día en el que no dejarás que la frustración se apodera de tí. Y es en esos momentos cuando estas lleno de rabia, furia o tristeza, que das el paso, que decides hacerte respetar, y créeme, cuesta.
Si la vida fuera fácil, pero no lo es. Podemos entender que la vida es una invitación constante para el logro, para la conquista y para la felicidad. Y llegarán los momentos difíciles, las penas, los dolores. Nadie será ajeno a la enfermedad, al desprecio, al desamor, al abandono. Se podrán superar las pruebas, pero nadie podrá afirmar que el proceso es fácil. Y las pruebas las superan los luchadores, esos que se esfuerzan y se comprometen. Y el esfuerzo no es solo un evento de la vida de los humanos, del cual se pueda prescindir sin cambiar la vida misma, ya que la vida fácil, es una vida sin sentido. No te sientes realizado.
Finalmente me gustaría hacerte una pregunta que lleva rondando mi cabeza mucho tiempo: “¿Por qué no tenemos el valor de valorarnos?”

"La caída de la Torre II" de Álvaro Goyos


Zabala se encontraba entre la fina raya de la vida y la muerte, cuando unos cuervos hambrientos empezaron a picotear y a abrir las heridas que tenía en la cabeza. Con un movimiento de brazos para espantar los cuervos se levantó con un fuerte dolor en la pierna derecha que al parecer se le había roto con la caída. Zabala no pudo contener la tristeza al recordar tantas muertes de hace ya unas horas, pero, con el corazón en un puño se dispuso a vengar a todos sus camaradas y amigos que habían dado la vida defendiendo su hogar. Cojeando de una pierna y con el cuerpo ensangrentado empezó a caminar pero se dio cuenta de que estaba muy malherido y se desmayó.
-Oye, despierta que aquí ya estas a salvo- dijo una chica que llevaba ropa de camuflaje y una gran ametralladora a la espalda.
Zabala se levantó y miro a su alrededor y pregunto dónde se encontraba. La chica le dijo que estaba en La Granja que era un lugar en el que se encontraba la resistencia que luchaba contra la Legión Roja de Ghaul. La chica le explico a Zabala el porqué del ataque a La Torre y el motivo por el que estaban capturando al Viajero, el cual era como una especie de Luna que muchos años atrás le dio poderes a los guardianes, haciéndolos poseedores de la luz, un gran poder de unas magnitudes inimaginables. Al parecer Ghaul quería capturar al Orador quien era el guía de los guardianes y el que habla en nombre del Viajero. Zabala siempre recordara las palabras que le dijo cuándo fue a pedirle consejo:
- Tu misión es vital, Guardián. Si tienes éxito, te convertirás en leyenda. Si fracasas, esta ciudad caerá y la última luz de la civilización se apagara.
La chica preguntó a Zabala si quería unirse a su escudaron para enfrentarse a la nave que mantenía preso a El viajero y recuperar la luz y con ello sus poderes. Zabala con un incandescente brillo en los ojos dijo que si y se fue a prepararse para una batalla tan complicada como deseada para vengar a sus amigos.

viernes, 20 de abril de 2018

"Aire caliente" de Alejandro Jiménez. PRIMER PREMIO DEL CONCURSO DE RELATO CORTO "PEÑALVENTO"


Nevada, EEUU, 1922, 11:40 de la mañana. El silencio del desértico paisaje fue perturbado por el ruido metálico de un motor. De nuevo, silencio. La puerta del automóvil se abrió. La potente luz del sol atravesó el cristal, proyectando ambiguos reflejos en la tierra. Un pie pisó la árida carretera, y después de unos segundos de los que parecía un momento de reflexión, se irguió un hombre, cuyo rostro desfigurado por el humo del cigarrillo que fumaba daba el porte de alguien seguro de sí mismo. Una leve brisa acompañada de un periódico le hizo reaccionar, haciendo que se agachara a recoger el papel que se había quedado pegado en el bajo de su pantalón de lana. Escudriñó las emborronadas letras con desdén. De pronto, apretó la mandíbula con cierta ira contenida y el cigarro se precipitó empujado por el viento unos metros más atrás. Fijó su mirada en el desdibujado horizonte, en donde sus ojos se perdieron en busca de alguna razón que le explicara por qué estaba allí. Una gota de sudor le bailó por la frente. Se retiró el fedora y lo tiró al interior del coche junto al periódico, descubriendo su engominado y brillante pelo. Un instintivo movimiento de brazo perfiló su cabeza fijando aún más la raya del peinado. Aprovechando el movimiento, se llevó la mano al costado, desabrochó difícilmente el botón de su americana y con suavidad tanteó el interior, comprobando que su revólver seguía donde lo había colocado horas antes. Sacó la mano y con unos reflejos felinos, la frotó con un pañuelo intentando esconder algo que no quería recordar. Estaba manchada de sangre. ¿Herido o quizás implicado en una causa que hace unos años creía justa? Retiró la mirada de su mano, resoplando y limpiando con fuerza la punta de sus dedos. Frunció el entrecejo, forzando la vista, haciendo como que ya estaba acostumbrado a hacer eso. Introdujo un pie en el automóvil y seguidamente su cuerpo, dejándolo reposar en el asiento del piloto. Cerró la puerta y arrancó el motor, al tiempo que encendía la radio. La voz del locutor resonó en el coche y lo que parecía un partido de los New York Yankees le hizo sonreír sutilmente. Aceleró. Escasos segundos más tarde, abrió ligeramente la ventanilla y una bocanada de aire caldeó el interior del coche. Sacó al exterior la mano izquierda y dejó resbalar el pañuelo manchado de sangre de entre sus dedos, que salió disparado en dirección opuesta y cayó en el centro de la carretera. La voz de la radio se volvía menos comprensible conforme se alejaba hasta que fue completamente silenciada por el ruido del vendaval que estaba por venir.