sábado, 2 de abril de 2016

"El médico" (Resumen por capítulos) de Eva Turmo

Tercera parte

Ispahán

Capítulo 34: “La última etapa”
La caravana solo estaba compuesta por Zevi y dos judíos más, quien eran negociantes en perlas que volvían a su hogar al otro lado del gofo Pérsico.
Rob tuvo que vender el carromato y el caballo porque el viaje lo haría por el Mar Negro en embarcaciones pequeñas.

Capítulo 35: “La sal”
Los dos primeros días el tiempo se mantuvo tranquilo, pero al tercero el viento levantó mar gruesa y todos se marearon.
A los siete días llegaron a un diminuto puerto donde compraron cada uno un burro para montar y una mula como animal de carga.
En su viaje pasaron por el río Coruh de agua salada, Bayburt una aldea de menos de cien habitantes, la mayoría judíos, Kara Kose donde solo vivían una docena de familias judías; Igdir una aldea montañosa, Nazik construida a lo largo de un desfiladero. Tres semanas después de dejar Nazik, llegaron a Urmiya, un lago salado y poco profundo que queda en la frontera con Persia.

Capítulo 36: “El cazador”
Rob pensaba ir por las montañas, pero unos campesinos le dijeron a él y a sus acompañantes, que había pastores asesinos y feroces luchadores así que decidieron hacer el viaje un poco más largo e ir por el desierto por tres días.
En el tercer día de viaje por el desierto, Rob fue atacado por un leopardo y un hombre vestido con una sencilla capa de calicó rojo lo salvó, él se llamaba                                              Ala-al-Dawla; Rey de Reyes.

Capítulo 37: “La ciudad de Reb Jesse”
En Kupayhe se separaron los judío y Rob, a Rob sólo le quedaba un día de camino para llegar a Ispahán.
Veinte meses después de dejar Londres, Rob vio Ispahán, deambuló lentamente por la ciudad, en un establo hizo arreglos para el cuidado de sus animales y se fue a dormir en una posada.
Al día siguiente después de bañarse y ponerse el mejor de sus dos caftanes preguntó dónde quedaba la escuela de medicina llamada Madraza y hacia allí se dirigió. Los edificios de la Madraza eran al estilo de las mezquitas, ampliamente espaciados con jardines intermedios, los jóvenes estudiantes utilizaban turbantes verdes.
Rob entró a un edificio con un letrero que decía “El lugar de los enfermos”, donde se imaginó lo interesante que sería ver tantos pacientes todos los días y escuchar las lecciones de los grandes hombres.
Salió de allí y se presentó ante el vicerrector, quien escuchó la solicitud de Rob y le dijo que no lo podían aceptar porque todos los estudiantes descendían de una larga estirpe de médicos.
-No me iré sin hablar con Ibn Sina- dijo Rob con voz firme; el vicerrector se asustó y llamó a unos soldados, quienes lo sacaron de la escuela, lo llevaron ante el juez y después de golpearlo lo encerraron en una cárcel y lo metieron en un cepo bajo un sol atroz.

Capítulo 38. “El calaat”
Después de veinticuatro horas en el cepo, soltaron a Rob.
Le tocó el turno y  contó la historia de la pantera que lo atacó en el camino e hizo su petición de ser aceptado en la Madraza.Al Sha le gustó su historia de la pantera y le concedió un calaat, el soldado Khuff le explico que el calaat era un regalo que le hacía el Sha, consistente en una casa, un caballo, una muda de ropa y mantenimiento. Le dieron un caballo castaño castrado, una bolsa con monedas, ropa sencilla, un turbante verde y una casita de ladrillos viejos, con un establo y un diminuto jardín.
En su casita fue visitado por el Visir, quien le comunicó que tenía una invitación para matricularse en la Madraza y estudiar medicina en el Maristán.

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