miércoles, 10 de febrero de 2010

"Trágico final" (Nuria Matey)


Iba andando. Caminaba sin rumbo alguno, sin esa chispa que siempre relucía en sus ojos. Se mostraba vacío. Y la lluvia caía sobre él empapándole la ropa, pero no le importaba. En ese momento se sentía identificado con el cielo, encapotado en ese momento. Además, la lluvia camuflaba sus lágrimas. Su corazón destrozado latía débilmente luchando por seguir, por olvidar esa alma hermosa que le ofreció la felicidad y, de pronto, sin razón alguna, se la quitó.
Su mente le decía que alguien como ella no se merecía que sufriera así por ella, pero su corazón no podía olvidar; quizás necesitaba tiempo para continuar con su vida. Pero él sabía que era demasiado débil. A su alma llegaban ideas horribles. Ya no encontraba sentido a su propia existencia. Él pensaba que había encontrado el amor de su vida. Pero de pronto ya no podía pensar, de pronto ya no sabía nada, nada. La respuesta que había encontrado, esa convicción que tenía del sentido de su vida ya no tenía ningún valor. Pero era joven, no lo podía entender. Ya no pensaba, no veía, no escuchaba nada de su alrededor; tan sólo recordaba imágenes de esa vida que ya no podrá tener, de esa mujer hermosa de la que se enamoró. Mientras que un dolor increíblemente angustiante resonaba en su pecho, y apenas le dejaba respirar.
Sólo andaba, y así, vagando por las calles, llegó a su casa. Subió las escaleras, lentamente, jadeando a cada paso que daba.
Llegó a su puerta, sacó su llave y entró, cerrando de nuevo tras de sí. Se tumbó en su habitación y comenzó a llorar de nuevo, buscando aún el sentido a su vida; no lo encontraba. De repente sólo deseaba una cosa. Se fue a la terraza y cerró la puerta quedando totalmente aislado. No estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer, pero ya no podía estar seguro de nada.
Entonces se subió al alféizar, seguía lloviendo.
Con una última lágrima se despidió de aquellos que más le habían querido, disculpándose por lo que estaba a punto de hacer, y cayó, dejando esa horrible tristeza atrás.
Y aún hay personas que le recuerdan y le lloran, que saben que la desesperación se llevó a una persona increíble, una persona que siempre estará en sus corazones.

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