viernes, 11 de marzo de 2011

Nueva antología de La Mariposa Tuerticoja

Sueños al vacio parte 1

I
No ha nacido un sueño,
ni ha muerto una pesadilla.
Ni aünque con empeño
cese de llorar la vida.
Un sentimiento sin dueño
Que vaga eternamente
para luchar con el dolor,
marchitándome la mente
como marchita la flor.
Calor intenso en la frente
que rellena de amargura
lo que encuentre más allá.
Esas lágrimas oscuras
que surgen al despertar,
cuando el sueño perdura.
Soñada lejanía
del mundo inexistente.
Ese sueño que ansía
liberación de mi mente,
quedándose ya perdida
en el mundo de los sueños.

II
Llegado ya el madrugar del vivir
se acuesta el trasnochar de la muerte.
Con los sueños echados a suerte
el mundo puede olvidarse de sentir.
Prohíbe sin dejar de permitir
el poder dejar de una vez de verte,
sueño, que nunca llegué a comprenderte;
ni lo haré mientras pueda existir
en mi memoria aquel soñar lejano.
Un sueño en el vacio de llorar
por  no cumplirse y quedar olvidado.
Y nunca se debe esperar
para emplear lo que esté en nuestra mano
para no olvidar el soñar.
III Traicionando un soneto
Sonrisas hüecas de princesas destronadas,
Guiños de ojo de galanes tuertos,
Ladrido intenso de perro muerto
Ahogado en un mar de lágrimas derramadas.
Rodean un mundo de falsedad,
de hipocondría de los escondidos,
de hipocresía de los demás vivos,
que se niegan a afrontar la verdad.
Es inútil soñar con la justicia,
porque la crueldad hace al mundo perfecto,
dejándonos llevar por la avaricia.
Querría vivir esto como otro sueño,
olvidar que también me influye la injusticia,
que no perdona que destroce un soneto.


IV
Dibujando con tinta invisible
los atisbos de un corazón.
Imaginando de forma risible
qué me dice la razón.
Si tiene motivos que otro no entiende,
si nunca tiene razones.
Dominados por pasiones
ocultas ,que el resto no comprenden,
tendemos a ponernos a llorar.
Cegándonos por la mentira,
pensar  ya se nos olvida,
igual que se nos olvida soñar.
Si esto de soñar es seguir viviendo,
vale la pena intentarlo.
Para por siempre seguir creyendo,
para nunca olvidarlo.

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