Amenábar vuelve con una multimillonaria producción que nos lleva al siglo IV después de Cristo, con Rachel Weisz encarnando a Hypatia de Alejandría, una de las primeras mujeres de ciencia de la que tenemos constancia. La película narra con acierto su situación en una sociedad machista en la que las mujeres están tremendamente infravaloradas, en la cual la joven filósofa trata de abrirse paso y sobrevivir a ella a través de la ciencia, de los misterios del universo y de su clase de aventajados alumnos. Pero en Alejandría comienza a reinar el caos por un cruce entre religiones, el cristianismo que comienza su expansión irrefrenable, la decadente religión pagana, y el judaísmo. La ciudad, y con ella Hypatia y sus alumnos se ven inmersos este conflicto y en otros de corte amoroso que tienen a la filósofa y a alguno de sus pupilos como protagonistas. Argumento a parte la película es realmente entretenida, aunque a veces, algunos momentos de inspiración científica puedan resultar pesados, pero la ambientación está muy conseguida y tanto los escenarios como la decoración son excelentes. La acción está bien estructurada aunque presenta algunos errores, como la ausencia de algunas escenas que en lugar de ser representadas se hace una breve mención de su contenido. En cuanto a los actores Rachel Weisz da la talla aunque no ha sido su actuación más brillante. El resto de personajes secundarios muestran también un buen nivel especialmente uno de los esclavos de Hypatia, Davo (Max Minghella) que sin apenas diálogo es capaz de expresar una gran cantidad de sentimientos con su lenguaje corporal. En conclusión se trata de una buena obra del director español, que si bien no es brillante si es una opción recomendable.
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