Que agusto se esta aquí, sobre todo ahora
que los pesados de mis hermanos se han ido. Al principio pensé que volverían,
pero ya han pasado 2 días y no lo han hecho, así que el nido es solo para mí,
puedo tumbarme a mis anchas sin que nadie me moleste.
Sin embargo, desde que se fueron mis
hermanos, mis padres no paran de decirme que me toca a mi, que yo tambíen me
tengo que marchar, pero cada vez que me asomo al borde del nido me pongo malo.
Esta altísimo y yo tengo vertigo, así que no pienso marcharme de aquí nunca.
¿Dónde voy a estar mejor? Tengo todo lo que necesito, cuando tengo hambre
comienzo a piar y enseguida mis padres me traen algo para comer, si tengo sueño
me tumbo y me duermo. Aquí no hace frío y mi madre limpia el nido todos los
días.
¡Vaya! Ya esta mi padre otra vez en
aquella rama mirandome con cara de enfado. Me ha dicho que de hoy no pasa. Que
tengo que abandonar el nido. En fin, ya llevo varios dias haciento los
ejercicios que me han enseñado y no parece tan difícil, ¡si no fuera por este
maldito vertigo! Bueno habrá que superarlo. Además, mis plumas han crecido y me
siento con fuerzas suficientes para intentarlo.
Me pongo en el filo del nido y comienzo a
mover fuerte las alas, enseguida me levanto un poquito pero paro porque el
miedo no me deja seguir. Vuelvo a intentarlo y esta vez lo controlo mejor y me
siento mas seguro, lo que hace que el miedo empiece a desaparecer. Mis padres
no paran de animarme y dicen que no lo hago mal para ser la primera vez. Mi
madre se posa en una rama cerca del nido y me dice que intente ir volando hasta
donde esta ella. Verla me da tranquilidad y comienzo a mover las alas con
fuerza, sin apenas darme cuenta ya estoy a su lado. Ha sido estupendo. Mi madre
se rie y me abraza, eso me da animos para intentarlo de nuevo, pero esta vez mi
meta esta mas lejos. En pocos minutos estoy volando lejos del nido. Esto es
maravilloso, es una sensación que no se puede describir. Me siento mayor y
libre.
Mis hermanos, a los que creía que no
volvería a ver, me estaban esperando para darme la enhorabuena y me han
presentado a un montón de amigos con los que vamos a jugar y a hacer piruetas
en el aire. Yo todavía no vuelo como ellos pero tengo la impresión de que esto
se me va a dar bien porque aprendo rápido y me gusta mucho.
¡Me encanta volar!