martes, 23 de abril de 2013

"Agonía en la ciudad" de Paula Nuevo


Salí a la calle y estaba vacía, mi desesperación crecía  desenfrenadamente, a medida que me tambaleaba sobre la grava del asfalto. Finalmente, mis piernas fallaron y me desplomé sobre la carretera.
Yací en el húmedo asfalto, entre sollozos y lamentos. Una vez que no hubo más lágrimas que derramar comencé a buscar respuestas para las preguntas que se amontonaban desordenadamente en mi cabeza. ¿Qué había ocurrido? No recordaba nada, sólo que me había despertado sola y a oscuras en una habitación de un sótano desconocido para mí.
Deambulé durante un largo rato por las calles intentando encontrar alguna respuesta, todo a mi alrededor estaba en ruinas; edificios, comercios e incluso coches destruidos, así como locales incendiados.
Me senté en el suelo y sollocé con la cara entre las manos durante un largo rato.Y, por fin , comencé a recordar; llevábamos días bajo la amenaza tanto por prensa , por televisión como por el propio gobierno de que cabía la posibilidad de que un asteroide se estrellara con nuestra ciudad. Entonces entendí todo. Cuando ocurrió el impacto , todos salimos corriendo despavoridos de nuestras casas y fue en ese momento cuando recordé vagamente haberme refugiado en el sótano de mi edificio , y ahí estaba la cruda e inexorable realidad , allí , ante mis ojos. ¡Era la única superviviente!
Lloré y lloré durante largo rato, no podía ser posible , y entonces  comencé a sentir un intenso dolor en la espalda; estaba herida, probablemente. Con el fuerte impacto había salido despedida, la sangre corría , empapando mi ropa, el dolor era cada vez más insoportable. Decidí tumbarme un rato en el suelo, y el sueño llegó y ya  más tranquila me abandoné al descanso eterno , cuando esta sensación tan placentera se apoderaba de mí. ¡Oh, qué rabia! Sonó el maldito despertador.

No hay comentarios: