Un rayo ha caido,
y ha partido un corazón,
un corazón que era negro
negro de amargura
y desolación.
Un corazón que
no se recuperara
de lo sufrido,
un corazón
que se ha partido,
se ha partido en mill
pequeños pedazos
que ahora yacen esparcidos
por el ancho mar,
el mismo que hace
navegar los barcos,
el mismo que esconde tesoros,
ese ahora posee un corazón
pero no uno cualquiera
sino uno negro.
Un negro corazón,
uno que fue blanco
y puro, pero cambió,
no sabemos la razón
solo sabemos que
el dolor fue demasiado
para ese puro corazón
y como la tinta de un
puntero se estiende
por el papel,
se tiño de negro,
un negro azabache
que lo somete
a desesperación.
Pero hay una pregunta
¿quizás la mar
podría algun día limpiar
ese negro corazón?
Probablemente pueda,
pero nunca volverá
a ser blanco y puro.
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