Zabala se encontraba entre la fina raya
de la vida y la muerte, cuando unos cuervos hambrientos empezaron a picotear y
a abrir las heridas que tenía en la cabeza. Con un movimiento de brazos para
espantar los cuervos se levantó con un fuerte dolor en la pierna derecha que al
parecer se le había roto con la caída. Zabala no pudo contener la tristeza al
recordar tantas muertes de hace ya unas horas, pero, con el corazón en un puño
se dispuso a vengar a todos sus camaradas y amigos que habían dado la vida defendiendo
su hogar. Cojeando de una pierna y con el cuerpo ensangrentado empezó a caminar
pero se dio cuenta de que estaba muy malherido y se desmayó.
-Oye, despierta que aquí ya estas a
salvo- dijo una chica que llevaba ropa de camuflaje y una gran ametralladora a
la espalda.
Zabala se levantó y miro a su alrededor
y pregunto dónde se encontraba. La chica le dijo que estaba en La Granja que
era un lugar en el que se encontraba la resistencia que luchaba contra la
Legión Roja de Ghaul. La chica le explico a Zabala el porqué del ataque a La
Torre y el motivo por el que estaban capturando al Viajero, el cual era como
una especie de Luna que muchos años atrás le dio poderes a los guardianes,
haciéndolos poseedores de la luz, un gran poder de unas magnitudes inimaginables.
Al parecer Ghaul quería capturar al Orador quien era el guía de los guardianes
y el que habla en nombre del Viajero. Zabala siempre recordara las palabras que
le dijo cuándo fue a pedirle consejo:
- Tu misión es vital, Guardián. Si
tienes éxito, te convertirás en leyenda. Si fracasas, esta ciudad caerá y la
última luz de la civilización se apagara.
La chica
preguntó a Zabala si quería unirse a su escudaron para enfrentarse a la nave
que mantenía preso a El viajero y recuperar la luz y con ello sus poderes.
Zabala con un incandescente brillo en los ojos dijo que si y se fue a
prepararse para una batalla tan complicada como deseada para vengar a sus
amigos.
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