El mensaje era claro, conciso, breve y letal. No insistas, decía…No queremos tener linces en la sierra de Córdoba.
Hace cuarenta años no existían linces en la sierra de Córdoba. Hoy vuelven a haber más de sesenta ejemplares por las sueltas debido a los programas de reintroducción del linde en Castilla-La Mancha, Extremadura, Portugal y Andalucía.
El problema reside en la falta de alimento como los conejos, lo que provoca que el lince ataque a los gallineros de los pueblos causando malestar a sus habitantes.
Hay que buscar medidas que aseguren un equilibrio entre la protección de la naturaleza y el bienestar de los habitantes.
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