Había un
señor que se fue a dar una vuelta por el campo, y se encontró una bolsa que hacía
ruidos muy extraños como los de un perro, pero al parecer el sonido no era de
un perro, sino era el ruido de muchos perros.
El señor se
llamaba Antonio, y había llegado la época de Navidad. La Navidad la va ha
celebrar en conjunto con su familia: hijos, hermanos, mujer, sobrinos…
Antonio
pensó, por qué no regalarles los perritos a su familia, entonces pensó en el
siguiente día hacerles una sorpresa a toda su familia.
Llegó el
siguiente día y por la mañana la familia se levantó porque había ruidos
extraños en el salón. Bajaron todos al salón y se encontraron un montón de
perritos. Todos se pusieron muy felices y le fueron a dar un fuerte abrazo ha
Antonio porque sabían que él les había hecho el trabajo.
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