Quedaba no más de una hora para
la competición para la que Marcelo se estuvo preparando. Había entrenado mucho
y muy duro. Antes de ir al colegio iba entrenar a la piscina, incluso algunos
días llegaba tarde a clase.
Nadaba cuatrocientos metros crol.
Marcelo ya esperaba impaciente en la cámara de salidas y cuando por fin dijeron
su nombre se relajó. Se tiró y nadó a tope, pero toda la carrera iba por
detrás. Cuando quedaban cien metros apretó como nunca lo había hecho y ganó.
Al final tanto esfuerzo se vio
recompensado.
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