María estaba muy nerviosa, era el primer día en su nuevo colegio y no conocía a nadie. Cuando entró a la clase, se sintió muy observada; ella nunca había sido nueva en un colegio y no sabía qué hacer, por lo que decidió sentarse al lado de otra niña con su mismo aspecto de asustada y comenzaron a hablar. María le empezó a hacer preguntas, aquella niña se llamaba Carmen y también era nueva. Las dos congeniaron muy bien y se hicieron muy amigas. María acabó muy feliz, hizo muchas más amigas aparte de Carmen, sacó muy buenas notas y se integró muy bien.
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