Era una mañana de domingo, cuando Antonio se levantó, desayunó y se vistió. Se fue a jugar con sus amigos y no volvió hasta la hora de comer. Terminó de comer, recogió la mesa y se fue, otra vez, con sus amigos. Estaba con sus amigos hablando de los deberes de cada uno, cuando Antonio se acordó de los suyos y salió escopetado hacia su casa. Llegó y ya era hora de cenar.
Al dia siguiente, se fue al colegio pensando en los negativos que le iban a poner. Llegó al colegio y, recordó que tenía una excursión.
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