lunes, 21 de mayo de 2018

"El libro sin retorno" (Parte 2) de Carlos López



Con la antorcha en la mano alumbraron el lugar donde se originaban los ruidos y cuál no fue su sorpresa al ver pasar una forma humana a la que siguieron con rapidez y a la que alcanzaron cuando ya, por agotamiento, cayó al suelo. Entonces reconocieron a una persona vestida de explorador, que llevaba grabado en su camisa el mismo escudo de la mochila que habían encontrado.  Lo reanimaron y volvieron con él al campamento para darle bebida y comida y, como estaban agotados, decidieron ir a dormir y averiguar su historia al día siguiente.
               Al amanecer de un día soleado, despertaron con la inmensa curiosidad de conocer a este hombre, este se despertó sorprendido por aquellos desconocidos que lo rodeaban. Tras un desayuno rápido, empezó a contarles su historia. Hacía varios días que exploraba el bosque para hacer un mapa, cuando al anochecer y, tras hacer una hoguera, fue atacado por una misteriosa bestia de aspecto enorme y peludo. Les contó que cuando estaba a punto de ser devorado, algo llamó la atención de la bestia y pudo huir milagrosamente, aunque casi lo alcanza aquel ser terrible al cogerle la mochila, que salió despedida y se quedó enganchada de unas ramas.
               Los jóvenes, a su vez, le contaron el hallazgo de la mochila y el libro que los tenía envueltos en ansias de aventura. El explorador los avisó del peligro que correrían si se adentraban en las rutas que el libro marcaba de camino a una cueva, la que él deseaba investigar  y lo había llevado hasta allí. Todos decidieron con mucho valor, ayudarlo e ir a ese lugar misterioso para terminar con la leyenda de la bestia.
               Cogieron víveres y el libro, y se adentraron con incertidumbre y valentía en el bosque todos juntos. Allí encontraron a los pocos kilómetros un rastro de sangre animal y más adelante un ciervo a medio devorar, pero al acercarse se abalanzó sobre Kaneki la bestia, que desapareció con él emitiendo un gruñido atroz que retumbó en el bosque. Todos corrieron tras ellos…(continuará).

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