Había una vez una araña que tenía atemorizadas a todas las hormigas de 'Pueblormiga'.
Cada día se despertaba pensando a quien atemorizar. Una mañana se levantó y decidió que controlaría 'Pueblormiga'.
La araña mandó a un gusano que pasaba por ahí a comunicar a la alcaldesa de 'Pueblormiga' la noticia. Se corrió la voz de los sucedido y la alcaldesa se retiró para pensar. Finalmente decidió mandar a los echar escarabajos peloteros hacer una bola gigante para lanzársela a la araña. Tardaron un rato pero cuando la tuvieron se la lanzaron a la araña y esta se fue avergonzada.
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