Hola chicos, chicas, niños, niñas, adultos y adultas. Soy
Laura una niña de 14 años y os vengo a contar más o menos mi historia. Yo era
una niña tímida pero abierta, me portaba un poco mal pero en algunos casos me
controlaba y tenia mas amigo de los que yo pensaba. En estos momentos yo ya no
estoy viva y me gustaría transmitiros lo que yo sentí en lo poco que viví.
Todo empezó en 2º de la ESO tenía un profesor de cultura que
era un poco graciosillo, se metía con algunos alumnos aunque no a mala fe pero
continuamente. Despues de que lo hiciera repetidamente los alumnos se quejaron.
A mi al igual que a los demás también me gastaba sus bromillas, y después de un
tiempo me empecé a cansar. Día tras día el profesor hacia sus comentarios hacia
mi y hacia algunos de mis compañeros, el no se daba cuenta de que nos llegaba a
afectar.
Un día de estos muchos había quedado con un amigo y decidí
escaparme del colegio, justo tocaba cultura y como el profe era un poco
despistado no se iba a dar cuenta. Me fui y quede con mi amigo, al volver hacia
el colegio para coger el bus y que nadie sospechara me atropello un coche, y,
como muchas otras personas no sobreviví. Mis padres se lo tomaron muy mal al
igual que mis hermanos y algunos de mis amigos pero lo que mas me sorprendió
fue que, aquel profe de cultura cuando se enteró de mi muerte me escribió una
carta. Esta, no era muy larga pero lo suficiente para que yo supiera que a él
le importaba mas de lo que yo pensaba. La carta decía asi:
“Laura, acabo de enterarme de tu muerte, te escribo no
porque sepa que esto te llegara sino porque no podía dejarte ir sin despedirme
de ti y decirte algunas cosas. Todos esos enfados que me has hecho pasar para
mal o para bien nunca los olvidare, tampoco tus interrupciones que me sacaban
alguna que otra sonrisa. Sobre todo decirte gracias, gracias porque me acabas
de hacer darme cuenta de que tu no eras una niña 10, tampoco una niña con un
comportamiento excelente, pero si una niña que contagiaba su sonrisa por donde
pasaba. Me has hecho darme cuenta de que tu forma de ser no era de una niña
fuerte, ni de una niña sin sentimientos sino de una niña que se hacia la
fuerte, que no lloraba delante de la gente pero si en su cuarto. Una niña que
no le gustaba mostrar sus sentimientos por muy mal que te sintieras. Eras, eres
y serás una niña que solo quiere mostrar que por muchas cosas malas que te
sucedan por mucha mala suerte que tengas, aunque según tu la suerte no exista,
con una sonrisa se arregla todo. Solo quería hacerte saber que me has enseñado
mas que yo a ti y eso que yo era el profesor. Por todo esto y mucho mas,
gracias, muchas gracias.”
Que ganas tenia yo de que supiera que su carta si me había
llegado y que yo solo quería que al menos ese momento que la gente pasara conmigo
fuera un momento feliz, sin pensar en sus problemas. Que la gente supiera que
no todo son cosas malas sino que todo son cosas buenas si lo miras de una
manera positiva, desde otra perspectiva. No te olvides de que si piensas en
positivo todo saldrá bien.
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