Hoy en día,
cuando la gente piensa en cristianos perseguidos lo primero que les viene a la
cabeza es hace dos mil años, cuando los detenían y los metían en coliseos para
formar parte de un espectáculo inhumano, donde eran devorados por leones y
otros animales, mientras la gente aplaudía.
Pero la
realidad es que también ahora en muchas partes del mundo, los cristianos sufren
persecución.
Hace unos
meses tuve una experiencia que no se me va a olvidar nunca. Fui a escuchar el
testimonio de un cristiano sirio. No voy a decir todo lo que contó, porque
quiero respetar su testimonio, pero sí puedo poner muchos ejemplos de lo que
están sufriendo allí los cristianos. Se despiertan sin saber si ese va a ser su
último día. Si van en autobús público, corren el peligro de que los terroristas
le pueden parar, sacar a todos los cristianos de él y atarlos en al acto. Les
desconectan el agua y la luz durante días. Lazar morteros en la calle y por las
ventanas dentro de sus casas. Si salen están en peligro, porque hay
francotiradores que les pueden disparar en cualquier momento. Muchos intentan
cruzar la frontera para huir y la mayoría no llegan a conseguirlo, les matan.
Y a pesar de
todo esto, no renuncian a sus creencias, los que van quedando siguen yendo a la
iglesia todos los días. Viven en el terror, la crueldad y la intolerancia y no
se rinden.
Busco la
palabra tolerancia en el diccionario y pone “Respeto a las ideas, creencias o
prácticas de los demás cuando son diferentes a las propias”. Estoy
totalmente de acuerdo con esto. La tolerancia es un valor cristiano. Lo curioso
es que muchos de aquellos que lo piden, son los primeros que toleran el que
alguien crea en Dios.
En Siria los
matan y aquí los ridiculizan.
¿ Y vosotros
qué pensáis?
No hay comentarios:
Publicar un comentario