Muchas veces uno se pregunta que si por
ducharte con canciones Disney sonando, guardando todas tus muñecas de princesas
y volverte loca pareciendo una ardilla, por la forma de balbucear, cuando
entras en una tienda Disney. Pues yo creo que no. Un rotundo no. Por qué iba yo
a negar que cuando sacan una película de Disney ya estoy llamando a mi mejor
amiga para verla juntas, o por qué voy a negar que cuando escucho una canción
de Disney la canto a pleno pulmón en el coche. No lo negaré, porque, al fin y
al cabo, es quien soy. Yo no creo que eso sea ser inmadura, sino revivir la
niña que fui, antes no me sabía la letra de las canciones, ahora sí, entonces
por qué callar cuando podemos gritar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario