Hoy siento como si siguiera viviendo
con tres de vosotras en todo momento.
Nuestros pequeños desastres mañaneros,
aún sin realmente conocernos.
Catorce noches con vosotras,
hemos pasado por muchas cosas.
Demasiadas alegrías para ser contadas,
pero ninguna de ellas quedará olvidada.
En dos semanas hemos aprendido:
a no darse por vencido,
A entablar amistades duraderas,
a soportar las durezas.
Por nuestros chistes y torpezas,
Por esa amistad que no se irá de cabeza.
Posdata: Gracias por todo María, Judit y Paula. Dos semanas han dado para mucho, espero veros a menudo.
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