Esta novela tiene como título original: “The Physician”, y fue publicada por Noah
Gordon en el 1986. Yo me he leído la edición del Círculo de Lectores con
la traducción de Iris Menédez. Aquí les dejo con el comentario de texto.
La novela está escrita en tercera persona, habla un narrador
que nunca se identificará a lo largo de la novela. Por lo que no se puede decir
que esté dentro del texto, ni que esté fuera ya que no es parte de la historia,
y al no identificase es complicado saber situarle.
El texto es una novela histórica y cuenta la historia de
un joven inglés del siglo Xl, empeñado en vencer la enfermedad y la muerte
aprendiendo medicina, decide iniciar un viaje destino Persia, donde allí
aprenderá de los mejores y hará cosas poco morales para la época, para con
esto, sumergirse e intentar descubrir todos los secretos del fascinante e inigualable
mundo de la medicina. Es una mezcla de datos reales e imaginarios, el escritor
se inventa la historia y los personajes, pero también añade lugares,
profesiones, tradiciones, etc; de la época en la que transcurre la historia. La
historia nos describe ese afán, esa pasión del protagonista, Rob, para llegar a
Persia y aprender. Además nos narra su viaje. El escritor en ningún momento ha decidido dar su opinión
sobre tema alguno, ha decidido hacer su historia lo más objetivamente posible. Aún que es cierto que nos
va narrando las emociones, sensaciones y sentimientos de Rob. Sus ruegos,
afirmaciones.
Como buena novela histórica, además de tener una narración,
te informa de datos históricos. Con lo que sin darte cuenta, estás informándote
de la época.
Como he mencionado antes es una novela bastante objetiva,
pero, incluso siendo objetiva, el lector puede sentir la pasión de Rob por la
medicina. Se siente cada vez más atraído al siguiente capítulo. Digo bastante
objetiva, porque al meter expresiones de la época o frases suyas, quizás, no
llegue a ser del todo objetiva. Véanlo con este ejemplo extraído de la novela:
“—Creo
que la separación entre la vida y el Paraíso es un río —dijo Mirdin—. Si hay
muchos puentes que lo cruzan, ¿puede importarle mucho a Dios qué puente elige
el viajero?”
Dios, para muchos, no es algo objetivo; y como la
Inglaterra del siglo Xl era muy religiosa, encontraremos la novela con algunos
fragmentos como este.
Cabe destacar que esta novela es uno de los bestsellers más reconocidos
mundialmente. No es atrayente solo la historia, también lo es el tipo de
lenguaje, las expresiones de la época añaden valor a la novela. Utiliza
palabras cultas, para nada repetitivas. Siempre te sorprenderá con maravillosos
sinónimos de palabras comunes.
Para mí, la idea principal es la evolución de la medicina
como ciencia. Por ejemplo, antes se creía que nuestros órganos eran muy
parecidos a los del cerdo, y para nada. De esto se da cuenta Rob cuando hace
una autopsia. Además la novela está repleta de ideas secundarias, como el
pensamiento humano en aquella época. Aparece constantemente.
En resumen, esta novela es una joya literaria y se
encuentra en mi lista de novelas altamente recomendadas para aquellos que
quieran empezar a leer novelas históricas; ya que la novela tiene un buen ritmo
pero te permite descansar, la novela es un poco densa.
Mi frase preferida de la novela es:
“Una
buena vejez puede ser la recompensa de una vida justa, pero que incluso los
justos pueden encontrar la muerte a una edad temprana, una gran desgracia.”
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