Eran
las 6:45 de la mañana, el Cole empezaba la las 9:30, la práctica de coro a las
9:45. Lo
que significa que tenía tres horas exactas para calentar la voz.
Aunque
mi madre no sabía si dejarme ir porque Asunción, la de Música, la llamó: "
Madre de Georgia" en vez de Anna, su nombre verdadero. Pues nada, que ayer
mi madre fue como una pera toda la tarde. ( Cuando digo como una pera es porque
los niños pequeños dicen: "Me enfado y no respiro." Y sus caras se
vuelven como peras porque hinchan sus mofletes ya regordetes, ¡qué monos!)
Pues
nada que me levante a las 6:45 me tomé un vaso de agua, porque si no lo sabéis,
un vaso de agua nada más despertarse activa los órganos internos. ¡Ojo! Consejo
de abuela.
A
las 7:15 me acurruqué en el sofá a ver la tele, pero tengo los genes de mi
padre, me quedé dormida en el sofá. Con la tele puesta. Babeando. Posiblemente
rascándome mientras dormía. Seguramente siendo mofa mañanera para mi madre la cual seguramente me apagase la tele
y me tomaría un vídeo mientras me rascaba dormida. Genial, guardaría eso para la posteridad. Te quiero madre.
A
las 8:00 me despertó mi madre en la mejilla y se dio cuenta de que tenía algo
revoloteando por mi cabeza, un piojo... ¡Qué asco! Puaj... Mi madre ahora tenía
la escasa perfecta para q no fuese al cole, ni a la práctica de coro. Porras...
Mi madre era peligrosa, bipolar, era MI
MADRE. Sé que no parece mucha cosa pero es que mi madre es MI MADRE. Y cuando MI MADRE se
enfada, ¡ja! No tienes mundo por el que correr. Ayer estaba enfadada pero
intentaba mantener la compostura. Y si yo tenía piojos es porque tenía el pelo
sucio, MI MADRE podría descubrir que llevaba seis día sin lavarme el pelo para
ver si crecían hongos( ya lo sé, la lógica no está presente en mi día a día),
los cuales nunca brotaron.
Pues
nada q en una hora me pusieron OTC, vinagre y me pasaron la líe diera, para
sacar un piojo y tres liendres. Olía a productos de piojos a tres km de
distancia. Pues eso que olía rico rico. (Nótese el sarcasmo.)
Desayuné,
me hice la mochila, me metí el el ruso, empecé las clases y llegaron las amadas
9:45. Fui a la sala de música con los mayores y me senté al lado de unas chicas
muy majas (eran majas porque no paraban de decirme que era monísima) que eran
cuatro años más mayores.
Todo
iba de maravilla hasta que entró Agatha, tenía envidia cochina de que yo fuese
a cantar en el coro y ella no. ENVIDIA COCHINA.
Pues
eso que ya te contaré diario... Que esto sólo es el principio...
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